Gloria Trevi debutó en Puebla con su más reciente gira Diosa de la noche. La cantante se presentó ante más de cinco mil asistentes en el Auditorio Metropolitano este sábado con localidades agotadas y a la espera de regresar el próximo 24 de abril al mismo recinto debido al gran éxito.
Este es el primer concierto del año que en la entidad reportó lleno total.
Desde las 20:00 horas, grupos de personas comenzaron a llegar a las instalaciones del inmueble para ver a La Trevi. Su público más fiel, perteneciente a la comunidad LGBTTI+ no la dejó sola: sí se vieron parejas del colectivo, peinados y toda una paleta de colores en los outfits, aunque en esta ocasión, el travestismo de algunos de sus fans estuvo ausente.
A las 21:20 horas sonó Diosa de la noche y las cortinas que cubrían el escenario se abrieron de par en par mientras Gloria descendía como un ángel de la noche de una enorme plataforma, acompañada de un par de enormes alas.
Mientras tanto, cinco fornidos y atléticos bailarines con su pecho descubierto, dos esbeltas mujeres, además de dos coristas y cuatro músicos en vivo, la aguardaban ya sobre el escenario, como un aditamento necesario para el espectacular recital.
Las enormes pantallas proyectaban imágenes barrocas y al término de este nuevo tema, Trevi dio paso a un clásico, Con los ojos cerrados, para el cual ya se había desechó de sus hermosísimas alas.
Como de costumbre, mantuvo una plática, que a veces se tornaba interminable, con la audiencia, a quien le explicaba sus anécdotas, como si se tratara de sus amigos más cercanos e incluso llegó a pedir a los padres de familia que reprendieran a sus hijos si estos hacen bullying a sus compañeros en el colegio.
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Ábranse perras, Gloria, Como yo te amo, Puede ser amor y Les diré, les diremos, continuaron en el setlist, hasta que vino otro cambió de vestuario para Lo que una chica por amor es capaz, donde su cuerpo dancístico la envolvió de enormes globos para luego descubrirla con un nuevo outfit.
“Debo reconocer que en nuestra primera cita te voy a tener confianza y te voy a dar aquello que nunca le he dado a nadie”, dijo a los presentes para presentar la melosa Vestida de azúcar.
El público respondió con vitoreo y aplausos a cada interpretación. Además de hombres gays, las butacas destacaron por la presencia de mujeres entre los cuarenta años y los llamados chavorrucos.
Fueron más de una veintena de canciones dentro del repertorio, en el que, por supuesto, presentó temas recientes como: Me lloras, Que me duela y Tribu, los cuales se entrelazaron con sus inolvidables clásicos: No querías lastimarme, Virgen de las vírgenes, Cinco minutos y El favor de la soledad.
Las que todos conocen, Dr. Psiquiatra, Pelo Suelto y El Recuento de los daños, las dejó para la recta final del show; para esto ya habían pasado casi dos horas y más de 8 cambios de vestuario.
“¡Gracias mi raza de Puebla! Se llama Diosa de la noche no porque me crea la muy, muy, sino porque en cada uno de nosotros hay un pedacito de Dios y tenemos que querernos mucho y cuidar mucho a los que están a nuestro lado”.
Entre un ambiente del siglo XIX, que emulaba a las fiestas parisinas con máscaras y trajes, Gloria Trevi dio terminado su espectáculo con Todos me miran, canción que la comunidad LGBTTI+ ha adoptado como propio.
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