El conjunto blanquiazul mejoró en la última parte del torneo en el renglón de goles marcados y tolerados; hoy pelea por un cupo a la liguilla
En medio de la discusión de cuándo reanudar el torneo y si se acabará recortando u optando por fechas dobles para cumplir las siete fechas restantes, todo esto tras la suspensión por la contingencia sanitaria provocada por el Covid-19, es buen momento para repasar la campaña del Puebla de La Franja en el Clausura 2020.
Durante las primeras cinco semanas de la competencia, el torneo del conjunto blanquiazul amenazaba con ser más de lo mismo, al igual y como ha sucedido desde hace un lustro, luego de calificar por última vez a la liguilla del futbol nacional en el Apertura 2015.
Pero a partir de la jornada seis de este Clausura, el equipo entrenado por Juan Reynoso pasó de ser un “cheque al portador” a un conjunto competitivo, a grado tal de estar en la pugna por uno de los ocho boletos a la fiesta grande del balompié nacional.
Tras las primeras cinco fechas del Clausura, el Puebla sólo registraba el 26.66 por ciento de los puntos en juego, producto de una victoria, un empate y tres derrotas.
La Franja apenas había convertido tres dianas y recibido seis, promediando 0.6 tantos marcados por encuentro y 1.2 tolerados por partidos.
Dichos números cuestionaban la continuidad de Juan Máximo Reynoso en el banquillo blanquiazul, orillando a hablar en más de un momento sobre su cese como entrenador.
Inclusive el peruano habló en los medios de una campaña de persecución en su contra, cuando la frialdad de los números invitaba a la crítica.
La dirigencia en una movida pensada en tranquilizar las aguas salió al paso y mostrándose cauta a partir de un concienzudo análisis, considerando éste la tardía incorporación de parte de los refuerzos, errores puntuales del arbitraje y la forma en cómo el equipo rescató el partido ante Santos, donde pasó de perder 2-0 y empatar 2-2, la directiva por medio de su director deportivo Ángel “Rambo” Sosa le dio el espaldarazo al entrenador.
A partir de dicho suceso, luego de caer con Pachuca por la mínima en La Bella Airosa y previo al duelo contra Toluca por la jornada siete en el Cuauhtémoc, el equipo se transformó y arrancó sin saberlo una racha positiva a grado tal de acariciar hoy los puestos de calificación.
LA TRANSFORMACIÓN
A partir de la victoria sobre Toluca en la jornada siete, donde por primera vez se le marcaron más de dos tantos en el campeonato a un adversario, el Puebla no volvió a perder y más importante, dejó de sacar la pelota del fondo de su arco.
La fiabilidad defensiva de La Franja, pasando de tolerar seis dianas en las primeras cinco fechas a una en las siguientes cinco, ha compensado la pobre productividad al frente, pues apenas se ha marcado un gol más en relación a los convertidos de la jornada uno a la cinco del Clausura 2020.
El Puebla del siete de febrero al 14 de marzo, fecha de su último partido en la competencia, pasó del antepenúltimo puesto de la clasificación al décimo, con 14 unidades, tres menos a las logradas en todo el Apertura 2019. Todo esto, cuando aún le restan siete jornadas por jugar en la presente justa.
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