El desabasto de semiconductores continúa afectado a la industria automotriz en Puebla, por lo que la empresa Volkswagen anunció un nuevo paro técnico a fin de detener la producción del vehículo Jetta, mientras tanto, Audi sigue realizando de manera normal sus actividades.
A través de un boletín informativo dirigido al personal, el Sindicato Independiente de Trabajadores de la Industria Automotriz Similares y Conexos Volkswagen México (Sitiavw) anunció que las actividades se detendrán en el segmento 1.
El paro técnico iniciará el próximo lunes 22 de marzo y terminará hasta el lunes 19 de abril, tiempo que será tomado en cuenta como vacaciones a fin de no afectar a los colaboradores.
En el comunicado se precisó que los empleados que no cuenten con días de vacaciones se les aplicarán el esquema convenido, es decir, una percepción económica aproximada del 70 por ciento del salario semanal.
Pese a esta situación, la armadora de los cuatro aros no ha anunciado de manera oficial un paro de actividades, por lo que hasta el momento sigue realizando de manera normal su producción.
INICIOS DEL DESABASTO
En 2020 los principales desarrolladores de chips mandaron su producción a otros giros comerciales tecnológicos enfocados a la elaboración de celulares o tabletas tras la gran demanda que se generó por el confinamiento.
En ese entonces Óscar Albín, presidente de la Industria Nacional de Autopartes (INA), comentó que al arranque de año se reportó en México un desabasto de insumos provenientes de Asia.
Ante esta situación, el 18 de enero la armadora Audi ubicada en el municipio de San José Chiapa anunció por primera vez un paro de labores, por lo que únicamente trabajó con un turno de lunes a viernes durante el 18 al 29 de enero, mientras que del 1 al 12 de febrero solo elaboró unidades con dos turnos.
Por su parte, el 10 de febrero la Volkswagen tomó la decisión de reducir la producción del modelo Jetta solo a tres días por semana, situación que perduró hasta el pasado 5 de marzo.
AFECTACIONES EN OTRAS ARMADORAS
El desabasto de estos insumos afectó de manera importante a las principales armadoras del mundo, por lo que Ford precisó que dejaría inactiva su planta de Louisville, Kentucky, que fabrica los SUV Ford Escape y Lincoln Corsair.
Asimismo, Toyota señaló que recortaría la producción de su camioneta pickup Tundra en su planta de San Antonio, Texas, mientras que Nissan planeó reducir la producción del Note, un automóvil eléctrico híbrido, en su planta de Oppama en la prefectura de Kanagawa, Japón.
Por su parte, Honda redujo su producción en unas cuatro mil unidades afectando al subcompacto Fit fabricado en una planta en Suzuka, Japón.
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