Recientemente el Ayuntamiento de Puebla dio a conocer su proyecto para convertir algunas casonas del Centro Histórico en “casa de citas”, para que las mujeres que ofrecen sexoservicios ya no se ubiquen en vía pública, programa que si bien está centrado en estas mujeres ha dividido sus opiniones al respecto, pues mientras algunas lo ven con buenos ojos, otras afirman que esta decisión no es viable.
Las que aplauden esta decisión, afirman que para ellas es mejor estar dentro de un espacio, debido a que al estar en las calles se encontraban expuestas, además de que podían ser vistas por los niños que salían de las escuelas aledañas, por lo que podían afectar la imagen de la ciudad.
“Yo opino que está bien porque así ya no estamos afuera, y pus obviamente como pasan niños… acá estamos mucho mejor”, indicó la fémina.
En contraste hay mujeres dedicadas a este oficio que no ven viable su reubicación debido a que es probable que no todos se enteren que ya no estarán en las calles, lo cual les hará perder clientes y con ello ingresos, además de que se defendieron al señalar que “no le hacen daño a nadie”.
Sobre la bolsa de trabajo que lanzó el mismo gobierno municipal para quienes se dedican a esta labor, afirmaron que además de que nadie les ha informado al respecto, el recurso no les funcionaría a muchas de estas mujeres, debido a que son madres solteras.
Otro aspecto que les complicará el formar parte de un trabajo formal es el tiempo, debido a que muchas trabajan por cuenta propia, con lo que ellas deciden los días que se de dican a esto además del monto a cobrar por sus servicios.
“La verdad acá eres independiente, yo soy madre soltera y ahora si yo soy libre de estar con mi hijo, vengo un ratito y pues gano aunque sea poco o mucho y pues ahora si eres libre de hacer tu tiempo, tu dinero”, sentenció.
¿CÓMO FUNCIONARÁN LAS CASAS DE CITAS EN EL CENTRO HISTÓRICO DE PUEBLA?
Será en el llamado “Callejón de Variedades” de la 4 Poniente, entre la 3 y 5 Norte, donde las mujeres esperarán dentro del cuarto de un establecimiento la llegada de clientes.
La decisión de optar por este callejón se debe a que aquí se ubica un hotel con más de 140 años de antigüedad, que, aunque aparenta ser una casona con baños públicos, al adentrase uno encuentra una habitación con cortinas blancas en donde se encuentran las féminas.
En cuanto a su atuendo se refiere, no deberán adoptar uno en específico, pues podrán lucir de la misma manera que lo hacían en la vía pública.
Finalmente, si tras mirarlas un hombre se convence de la contratación de sus servicios, los cuales parten desde una duración de 15 minutos por 150 pesos y aumentan dependiendo de lo que el sujeto solicite, el interesado también debe pagar los 120 pesos del cuarto.