Tras una queja de agresión de una niña de siete años en una institución privada hecha por su madre, Ingrid González, uno de los socios, Jorge Olivares, rechazó que en la escuela primaria de reciente creación se practique violencia en las aulas.
De acuerdo a González, la maestra de tercer año de primaria del Colegio Redwood College -que está realizando su trámite para obtener su clave oficial- tomó a su hija de la mano porque era la única niña que no quería salir al recreo el 23 de octubre y prefirió quedarse en su salón para repasar las tablas de multiplicar.
“Mi hija estaba en el salón porque se quería aprender las tablas. La maestra le dijo que las reglas eran que nadie podía estar dentro del salón. Mi hija le contestó que afuera hacía ruido y que se iba a quedar en su asiento. La maestra le respondió que le daría cinco segundos para que saliera. Le comenzó a contar y cuando llega al cinco la toma de la mano y se la voltea, y mi hija se niega a salir y la maestra le sigue volteando la mano hasta que ella ya no aguanta el dolor, se tira al piso a llorar”, explicó la tutora.
Ingrid González informó que se enteró de todo en la noche cuando llegó de trabajar. Al otro día, después de que decidió sacar a sus hijos de la escuela, dijo que la niña manifestó que seguía con el dolor en la mano. Declaró que la llevó al área de urgencias de un hospital particular que, asegura, dictaminó un esguince en el brazo derecho.
Asimismo, la madre de familia informó que presentó su denuncia por lesiones ante la Fiscalía General del Estado (FGE), cuyo expediente está próximo a entregarse debido a que el trámite lo hizo en línea, además una queja formal ante la Secretaría de Educación Pública (SEP), misma que recibió la Dirección de Desarrollo Educativo.
Este 29 de octubre El Sol de Puebla cuestionó a la directora, Aridai Madrid, sobre el mencionado hecho pero ella se limitó a decir que el caso era tratado directamente por la SEP.
“En la SEP está la información que quieran saber”, finalizó Madrid desde la reja de la escuela, mientras en el interior personal grababa al equipo de este diario.
MAESTRA FUE SUSPENDIDA: SEP
Por su parte, la SEP informó que, a través de la Dirección de Escuelas Particulares, pidió a la institución aplicar el protocolo y vigilaron que se separara de sus funciones a la maestra mientras se realizan las investigaciones. Adicionalmente sugirieron que pague los gastos médicos de la víctima.
La dependencia estatal refirió que la escuela reportó a la SEP que la madre de Mayte acudió para pedir la baja de sus hijos “por decisión propia”, pero nunca fue por agresión de una docente.
INSTITUCIÓN NIEGA AGRESIÓN
Ante los señalamientos de la madre, Jorge Olivares, uno de los socios del colegio, buscó a esta casa editorial para informar la versión de los hechos y aseguró que nunca hubo una agresión a la pequeña por parte de la maestra, quien se encuentra suspendida mientras se aclara el conflicto.
Olivares calificó de difamatorios los señalamientos en contra de la docente, a quien dijo defenderá “hasta en los juzgados”, así como el hecho de que la institución también le da su apoyo. Asimismo, desacreditó las pruebas que presentó la parte acusadora.
Informó que tiene un libro interno donde la docente escribió sobre el suceso: “El día de hoy 23 de octubre a la hora del recreo la alumna decidió quedarse en el salón (situación que no está permitida). Yo entré para decirle que no puede quedarse, sin embargo, la alumna manifestó que no quería salir del salón porque estaba estudiando las tablas de multiplicar. Le dije que fuera a la cafetería o la biblioteca porque ahí estaba silencioso, sin embargo, la alumna siguió insistiendo en no salirse (…). Al seguir insistente, me acerqué a ella y le di la mano y le dije que se levantara del piso. Ella se jalonea, al no poder soltarse le quise quitar la libreta pero opuso resistencia, entonces alzó la voz diciendo que ella no le iba a decir qué hacer. Llegó la Miss Priscila y habló con la alumna. La niña accedió estudiar con ella las tablas porque su mamá le había prometido dar un premio por aprendérselas (…); durante el día la alumna no quiso trabajar diciendo que no se le tiene que decir qué hacer”.
Olivares reiteró que “la niña se entregó en perfectas condiciones” y declaró que la alumna está vigente en el seguro médico que proporciona la escuela, del cual puede hacer uso de los servicios que ofrece.
