El maltrato animal es la antesala de la violencia contra los seres humanos. El incremento de estos casos en la capital poblana y el interior del estado es de alta preocupación, advierte Ericka Escalante Izeta, coordinadora de la Maestría en Desarrollo Humano de la Universidad Iberoamericana Puebla.
“Los actos de maltrato animal en Puebla se han hecho cada vez más recurrentes, y este hecho puede ser un indicativo de la exacerbación de la violencia”, expresa.
Mediante una reflexión, la especialista agrega que los actos violentos contra los animales se normalizaron, especialmente en menores de edad, quienes han replicado estas acciones en los últimos meses.
Por esto, las agresiones como golpes, machetazos o incluso tenerlos en azoteas pueden verse reflejados entre la sociedad, en el trato entre compañeros de escuela o en la familia, lamenta.
“En el ciclo de la violencia se suelen comenzar por los seres más vulnerables, que en este caso serían perros, después niños, adultos mayores, hasta llegar a adultos que se puedan defender”, comparte.
Escalante Izeta asegura que detrás de cada asesino serial, o quien cometió un acto violento en gran escala, existe un historial de maltrato hacia los animales, el cual fue muy fácil para ellos escalar hasta delitos en contra de seres humanos.
No obstante, la especialista afirma que estos actos, que durante mucho tiempo han sido normalizados, hoy son denunciables. Por esto, la cultura de denuncia juega un papel fundamental en la disminución de esta violencia.
Asimismo, en el caso de los menores de edad que replican estos actos, es importante hacer una revisión de lo que aprende en casa, que los padres de familia se involucren con ellos y les ayuden a entender que los animales no son un juguete, recomienda.