Desde hace un par de generaciones las personas no han tenidocuidado en transmitir las tradiciones mexicanas que dan identidad,y el riesgo que existe es que queden como gente globalizada,comentó el arqueólogo Eduardo Merlo.
Los niños, ejemplificó, ya no participan en las actividadesreligiosas en las ciudades pues antes se van a centros comercialesa pasear como antes lo hacían las familias en el zócalo, aunqueno compren absolutamente nada.
La falta de transmisión de costumbres desde el punto de vistareligioso, no aporta a las generaciones la cultura heredada yaprendida a partir de la conquista y el riesgo que existe es que sepierda la identidad.
“Lamentablemente al no conocer las tradiciones no podemosguardarlas y ese es el peligro, que quedemos como gente globalizadaque va a cualquier centro comercial y mira las mismas tiendas, losmismos elementos y todos igualitos sin algún aporte cultural,vemos a los chamacos que van a pasear a los centros comercialescomo antes lo hacían en el zócalo las familias”, comentó enentrevista.
Explicó que desde hace dos generaciones no se ha tenido elcuidado en preservar las costumbres y tradiciones mexicanas; noobstante, esta situación es mucho más visible en las ciudadesporque en las zonas rurales los niños participan de lasactividades religiosas.
Sobre la Semana Santa aseguró que por fortuna un mayorporcentaje de personas se queda a participar en las actividadesreligiosas y solamente aquellos que tienen mucho más estrés ycarga de trabajo corren a los centros de turismo, principalmente deplaya.
Una prueba de que la mayor parte de la gente que vive en Pueblase queda es porque los centros de turismo, aun con la capacidad quetienen de recibir visitantes, si todos los poblanos optaran porsalir a vacacionar no habría cupo para atender a tantaspersonas.
Merlo destacó que a pesar de que han ocurrido situacionesnegativas (en alusión a escándalos que se han suscitado en lareligión católica), las personas siguen participando porque todostienen una imagen preferida a la cual le tienen devoción.
“Pero sigue siendo más la gente que se queda que la que seva. Muchos acuden a los servicios religiosos y hacen frente a lasactividades de la Semana Santa, una prueba de ello es la cantidadde personas que participan en la Procesión del Viernes Santo”,finalizó el especialista.
