“I turn the music up, I got my records on -Subo la música,hago sonar mis CD-”. A todo volumen, la canción de ColdplayEvery Teardrop Is a Waterfall sonó ayer en la UniversidadIberoamericana Puebla mientras su rector, Fernando Fernández Font,consagraba la hostia y el vino ofrecidos a las decenas de poblanosque acudieron a la liturgia. “Y vimosesta luz, te lo juro, emergiendo parpadeante para decirme que todoestá bien mientras superamos los muros. Cada sirena es unasinfonía y cada lágrima es una cascada, es una cascada.Presentemos al Señor el pan y el vino”. Las palabraspronunciadas por el jesuita antes de invitar a la comunión nopertenecen a la Biblia, sino a este sencillo lanzado en 2012 por labanda británica.
A pesar de la reticencia de la Arquidiócesis de Puebla, quedesde el pasado martes advirtió del riesgo que entrañaba para elsacramento acompañar de música pop la ceremonia, otra canción dela banda liderada por Chris Martin, esta vez A Head Full Of Dreams,anunció el comienzo, minutos después del mediodía, de laautoproclamada Misa Coldplay en el marco del Día de la ComunidadIbero. “Estamosqueriendo construir puentes entre algo moderno, ya no tan modernoporque tiene mucho tiempo este conjunto, y la misma eucaristía;entre los jóvenes que muchas veces dicen: ¿‘A qué vamos a misasi es aburridísima?’. Estamos queriendo adaptar a través delcanto, a través de la música, esta posibilidad de ser unacomunidad viva. Queremos tender un puente entre el pasado y elpresente”, defendió Fernández Font después de que se apagaranlos últimos acordes: “With a head, with a head full of dreams-Con una cabeza, con una cabeza llena desueños-”.
A su espalda quedaban la figura de Jesucristo en la cruz y dosenormes y coloridas mandalas, uno de los símbolos más conocidosdel budismo. Ninguna de estas imágenes logró distraer a lospresentes, la mayoría jóvenes, de las letras de las canciones,traducidas también en castellano, que acompañaban en una pantallagigante a instantáneas de la devastación vivida tras el sismo delpasado 19 de septiembre. “Lights will guide you home, and ignite your bones, and Iwill try to fix you”. A través de Fix You, uno de sus temas másconocidos, la voz grabada de Martin se alzaba entre los murmullosde los asistentes, entre ellos varios medios de comunicación.“Las luces te guiarán a casa y encenderán tu cuerpo, y yotrataré de curarte”, tradujo Fernández Font. “Dios es elmismo que nos dice: ‘Yo trataré de curarte para hacer un mundodiferente’”.
Antes de que Viva la Vida, reconocida en la edición de 2009 delos Premios Grammy como mejor canción, diera por finalizada lamisa -“For some reason I can't explain, I know Saint Peter won'tcall my name -Por alguna razón que no puedo explicar, sé que SanPedro no pronunciará mi nombre”-, Fernández Font defendió launión entre catolicismo y música. “Podemos cantar las cancionesque queramos siempre y cuando esas canciones nos recuerden elcompromiso, los sueños, el ideal, estos puentes que queremosconstruir”, alegó.
“O HACEMOS ALGO O NUESTRAS IGLESIASSE QUEDARÁN VACÍAS”
Tras la Misa Coldplay, el rector de la UniversidadIberoamericana Puebla, Fernando Fernández Font, pidió a laIglesia católica escuchar a los jóvenes para que se sientaninvolucrados en la liturgia. “No podemos como Iglesia seguirdando respuestas que ya no les dicen nada a los jóvenes;simplemente veamos cuántos jóvenes van a los templos, cuántosvan a misa. Entonces, o hacemos algo o nuestras iglesias sequedarán vacías, como sucedió en Europa, en otras partes delmundo”, advirtió en entrevista.
