Las hermanas Melanie e Ingrid Flores del Castillo, quienes son originarias del estado de Veracruz, en el 2022 emprendieron en Puebla un taller de cerámica llamado Casa Arena que busca crear un espacio seguro para que mujeres aprendan este arte.
Ambas chicas son egresadas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Melanie estudió Artes Plásticas e Ingrid, Finanzas. Narraron a esta casa editorial que una vez culminada sus licenciaturas vieron la manera de poder hacer un negocio propio.
“Yo estudié Finanzas y estuve trabajando un tiempo en área de mi carrera, pero decidí salirme y le dije a mi hermana que quería hacer un negocio y como ella era buena en la suya y también quería salirse de donde estaba, decidimos abrir el taller”, explicó Ingrid.
Las dos, con los ahorros y conocimientos que tenían, acoplaron el área de la sala de la casa de donde viven e instalaron su taller. “No fue fácil, sí es una inversión, pero afortunadamente teníamos guardado para crearlo”, mencionaron.
Utilizaron las redes sociales, como Instagram para darle promoción a su emprendimiento y señalaron que empezaron con dos personas aprendices en el primer mes del 2022 y en lo que va del mes de julio de este 2023 tienen agendadas a 30.
“Iniciamos con poco, pero fue creciendo, ha sido por redes y por recomendaciones de boca en boca; no estamos nada arrepentidas de esta decisión (emprender) ya que antes trabajábamos para alguien más, a veces los jefes no son buena onda y flexibles, al final esto es un negocio familiar y estamos enfocadas al cien por ciento”, indicó Melanie.
Enseñan todo el proceso
En el taller, las hermanas brindan a sus alumnas y alumnos todo el material y equipo que se requiere para crear una pieza de cerámica desde cero, y así sea más fácil para ellos el conocimiento.
“Les explicamos todo, enseñamos lo que es la cerámica y el barro, al final todo es cerámica, pero con diferentes tratamientos. Hacemos la pasta, la secamos, la amasamos, la trabajamos, se lija, se pinta, se mete al horno y se decora”, comentaron.
Tazas, platones, teteras, floreos, jarrones, collares, vasos, centros de mesa, entre otras cosas más se pueden hacer con base de cerámica y la creación de cada artículo se puede tardar de entre 1 y 2 horas, sin embargo, con el esmalte y todo el proceso que se requiere, se tarda en estar listo entre 3 y 5 semanas dependiendo el tamaño que tenga la pieza.
El costo por hora del taller de cerámica es de 100 pesos, sin embargo, se pueden tomar cursos completos en los que se pueden distribuir las horas durante la semana, como les acomode más a las personas. Además de que también dan cursos de torno para principiantes.
Aprenden y emprenden
Destacaron que la mayoría de sus aprendices son mujeres de entre 20 y 30 años de edad, muchas de ellas son universitarias y/o trabajan y buscan un lugar seguro para poder relajarse y a la vez aprender.
“Lo han aceptado bastante bien, el ambiente es muy tranquilo y divertido, el 95 por ciento son mujeres y ellas se la pasan bien. Muchas vienen para aprender y distraerse, sin embargo, algunas están emprendiendo a partir de lo que hacen aquí y eso es lo bonito y padre, porque todas ganamos”, revelaron.
Un lugar seguro para ellas
Las hermanas narraron, que debido a que la mayoría son mujeres, no revelan a cualquiera en donde quedan ubicadas sus instalaciones por seguridad de todas ellas, y por eso deben agendar cita ya sea vía WhatsApp (2211898932) o por Instagram (@casa.arena.mx).
“Es un lugar seguro para las mujeres, y ellas entran en confianza porque son muchas mujeres, hay que promover lugares donde se sientan seguras, hay situaciones bastante difíciles actualmente”, destacaron.
También realizan diseños personalizados
Adicional, las dos también hacen piezas y las venden, la mayoría son personalizadas que les piden a través de redes sociales “Nos escriben, nos dicen sus ideas y las hacemos, y les hacemos envíos locales y nacionales”.
Proyecciones con Casa Arena
Melanie e Ingrid, finalmente comentaron que en un futuro no tan lejano les gustaría crear su propio sitio web para que la gente pueda ver todo el catálogo que tienen, y así se puedan vender las piezas hacen, además buscan crear convenios con cafeterías o establecimientos y se distribuyan sus proyectos.
“Las mujeres podemos hacer muchas cosas, las invitamos a que se animen a emprender, se pueden crear grandes proyectos”, concluyeron.
