La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) alertó a la población sobre el uso de Apitoxina (veneno de abejas), la cual puede encontrarse en presentaciones como solución, sublingual, inyectable, cremas y hasta ungüentos.
A través de un comunicado se advirtió sobre el empleo de esta sustancia, la cual se comercializa como tratamiento alternativo para la artritis reumatoide, neuralgia lumbar, esclerosis múltiple, entre otros padecimientos.
Se dio a conocer que la Cofepris no ha otorgado el registro sanitario a ningún producto que contenga entre sus ingredientes Apitoxina, por lo que no se tiene el registro del contenido de las materias primas (ingredientes) y del proceso de su fabricación.
Asimismo, se indicó que esta sustancia no cuenta con los estudios que avalen su calidad, seguridad y eficacia.
La administración de la Apitoxina puede causar efectos secundarios como ligeras reacciones en la piel e incluso reacciones anafilácticas graves que ponen en riesgo la vida de las personas.
En tanto, también podría presentarse picazón o hinchazón local, alergia, dolor, problemas en la piel y reacciones inespecíficas, además de la reacción anafiláctica aguda, síndrome de Guillain-Barré y lesión irreversible del nervio cubital.
Por ello, es que se recomendó no adquirir, ni recomendar el uso o consumo de productos que contengan Apitoxina, así como cualquier otro producto que no se ajuste a la normatividad sanitaria vigente.
Tampoco se debe combinar el uso de estos productos con medicamentos, ya que se desconoce el contenido de ingredientes exactos y la concentración de estos, lo cual puede ocasionar una interacción o un daño a la salud.
En caso de alguna reacción adversa se debe acudir con un profesional de la salud para una revisión médica. De encontrar a la venta el producto antes mencionado, se invita a realizar la denuncia sanitaria a través de la página electrónica: https://www.gob.mx/cofepris/acciones-y-programas/denuncias-sanitarias
Cabe mencionar que este tipo de productos incumplen con la legislación sanitaria vigente, por lo que su comercialización, distribución y publicidad pueden ser sancionados por la autoridad competente.