La utilización de dos bodegas ubicadas en la "Nave C" de la Central de Abasto – propiedad del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI)- desató un conflicto que llegó hasta los golpes entre un grupo de personas autodenominadas como indígenas, y de algunos bodegueros que se oponen a su instalación. Esto, derivado de la indefinición por parte de René Esteban Trinidad, representante estatal del INPI en Puebla, para determinar quiénes podrán hacer uso de estos espacios.
El grupo de indígenas que aseguraron ser originarios de La Resurrección, señalaron que el titular del INPI en Puebla les otorgó el oficio ORPUE/2023/OF/0100 que les avala la posesión física y material de las bodegas 8 y 10, específicamente a las ciudadanas Manuela Justina Calvario y Pascuala Dolores Sabino.
El documento con fecha del 9 de febrero del 2023 -y que mostraron a esta casa editorial- indica de manera textual que dicha posesión “se otorgará en presencia de la mesa directiva de la Nave C, y del representante ante el Consejo de la Central de Abastos en Puebla”, oficio que además está firmado por Esteban Trinidad.
Manuela Justina, en entrevista con este medio, sostuvo que fue el delegado del INPI Puebla quien les otorgó en mano el documento que avala el comodato de las dos bodegas, por lo que insistirán en su instalación a pesar de los golpes que han recibido por parte de los bodegueros de la nave C.
NO HAY NINGÚN COMODATO PARA NADIE
Ante dicho conflicto, El Sol de Puebla, solicitó la postura del delegado, René Esteban Trinidad, quien aseguró que a la fecha no han autorizado ningún comodato. “Tenemos una minuta de trabajo con la Resurrección, ellos nos han solicitado las bodegas, así como Canoa y otras dos regiones de la Sierra Norte (…) Pero hay personas que creen que con la minuta ya se pueden avalar”, señaló el delegado del INPI Puebla.
Al cuestionarle sobre la legalidad del documento que los representantes de la Resurrección, aseguran que él les entregó, se limitó a decir que no estaba seguro sobre si el oficio era fidedigno o no.
“El documento está medio extraño y no tiene sello. No estoy seguro de decirte (que sea legal). Lo que sí se tienen son minutas de trabajo”, compartió.
Agregó que, además del grupo de indígenas de la Resurrección, hay otros -originarios de Canoa y Zapotitlán de Méndez- quienes también se encuentran en la terna para ser considerados para el uso de las bodegas.
“Uno de los protocolos es que tengan constancia indígena, que en verdad sean indígenas, porque a estas fechas hay varios que se autodenominan como indígenas y a veces solo es por interés”, subrayó.
Esteban Trinidad recordó que el INPI es propietario de estas dos bodegas desde 1990, sin embargo, fue en 2017 que, derivado de los sismos, los espacios fueron clausurados.
A pesar de que se les dio el mantenimiento, desde hace aproximadamente cinco años no se han utilizado, por lo que varias personas han mostrado su interés por obtener la posesión sin ser parte de los grupos indígenas.
HAY TRES PROPUESTAS DE SOLUCIÓN SOBRE LA MESA
Al cuestionarle sobre las soluciones a este conflicto, refirió que están analizando tres posibles opciones: que dos pueblos indígenas hagan uso de las bodegas (siempre y cuando presenten sus propuestas ante el Instituto y su constancia de identidad indígena); que las bodegas pasen a ser propiedad del Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (INDAABIN); o que la comitiva de la “Nave C”, representada por Lilia Tamayo Pérez, administre los espacios.
Ante estas tres líneas de trabajo, el delegado aseguró que trabajará para empoderar laboralmente a los pueblos indígenas, por lo que se comprometió a reforzar el diálogo con los representantes de la Central de Abasto a fin de salvaguardar la integridad de los indígenas, garantizar sus condiciones de estancia y evitar que sean golpeados por los trabajadores que ya están establecidos en esa nave.
A la par, indicó que este jueves sostendrán un diálogo con el área jurídica para conocer el motivo de la colocación de sellos que, presuntamente, fueron colocados por la Fiscalía General del Estado, por lo que, en primera instancia, determinarán si los sellos son legítimos.
GENTE QUE NO FORMA PARTE DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS QUIERE LAS BODEGAS
De manera paralela, el Secretario General de la Central de Abasto, José Huerta Mejía, compartió en entrevista con este medio, que ellos están abiertos al diálogo, muestra de ello fue la reciente mesa de trabajo que sostuvieron el pasado martes 7 de marzo, misma que quedó asentada en la minuta CR7CDEyT/058/2023, en la que estuvieron presentes, René Esteban Trinidad, representante del INPI en Puebla; Manuel Herrera Rojas, Regidor del ayuntamiento y presidente del Consejo de la Central de Abasto; Lilia Tamayo Pérez, presidenta de la Asociación de empresarios de la Nave “C”; y Omar Sánchez Sánchez, delegado de gobernación estatal.
“Nosotros estamos conscientes de que el INPI es el absoluto propietario y él sabe a quién le da las bodegas, pero también deben saber que la Central de Abasto se rige bajo una administración y que la 'Nave C' también se rige con los más de 80 bodegueros, entonces ¿cuál es lo mínimo que debe acontecer? Hacer una presentación oficial con los documentos que avalen que el INPI les está cediendo estas bodegas (…) pero desafortunadamente el documento del comodato no nos lo han expedido”, compartió Huerta Mejía.
A su vez, destacó que hay protocolos que se deben seguir para evitar grescas como las que se registraron el pasado fin de semana, ya que los representantes La Resurrección, llegaron a las instalaciones sin avisarle a nadie y bajo una actitud agresiva.
“El principal problema por el cual la nave se ha opuesto a la posesión de estas bodegas, es que dentro de estas organizaciones de Pueblos Indígenas hay gente civil, bodegueros que no son representantes de pueblos indígenas, que son bodegueros como cualquier comerciante de la Central de Abasto y que se encuentran inmiscuidas dentro de estos grupos”, sentenció.
QUITAR EL COYOTAJE DE EN MEDIO
Por su parte, Manuel Herrera Rojas, Regidor del ayuntamiento y presidente del Consejo de la Central de Abasto, coincidió con Huerta Mejía al señalar que las bodegas deben ser utilizadas específicamente por los pueblos indígenas y no por personas que tienen poder económico para hacerse de estos espacios.
"Nosotros estamos apoyando para que sean los pueblos indígenas quienes hagan uso de las bodegas, pero que se haga bien, para quitar 'el coyote' de en medio que no es de los pueblos indígenas. Nosotros vemos que su supuesto representante se sube a un BMW... lamentablemente eso es lo que está pasando” , compartió.
Finalmente, destacó que de acuerdo a la reunión que sostuvieron el pasado 7 de marzo, acordaron que el titular del INPI Puebla determinaría en breve y de acuerdo a una revisión jurídica, cuál va a ser el proceder sobre el uso de las dos bodegas.
En este sentido, tanto el Secretario General de la Central de Abasto como el regidor del ayuntamiento y presidente del Consejo de la Central de Abasto, consideraron que lo más importante y urgente es que el delegado del INPI Puebla determine a la brevedad a quienes les otorgará el comodato, para que posteriormente se cumplan los protocolos de presentación y que se haga bajo total transparencia, es decir, mediante documentación fidedigna .
