A más de medio año de que El Sol de Puebla exhibió la invasión de un grupo de paracaidistas a un costado de la colonia Galaxias Castillotla, ubicada al sur de la ciudad, el asentamiento irregular se mantiene en la zona y evoluciona para perderse poco a poco entre los fraccionamientos aledaños, sin indicios de que la autoridad ejerza acción para detenerlos.
En un recorrido realizado por este medio se puede apreciar cómo ya no hay acceso al terreno que ocupan los paracaidistas, pues se aprecian algunas casas improvisadas. Es así que esta locación ya cuenta con una malla que cubre su perímetro; se ubica a un costado de la ampliación del boulevard Margaritas, que se construye actualmente, y de la calle San Isidro.
A diferencia del mes de noviembre, cuando este medio documentó la llegada de paracaidistas a estos terrenos, muchas de las viviendas improvisadas ya no solo son de cartón y lámina, sino que también hay casas de cemento y hasta con segundos pisos.
Además, se destacó la gran cantidad de lonas que hay en las casas que rodean este asentamiento irregular, con mensajes de advertencia en contra de los “delincuentes” que pasen por ahí y, presuntamente, como parte del programa de vecino vigilante.
La vigilancia de la zona se encuentra organizada, pues cuando se detecta presencia de una persona ajena acuden en grupo a preguntar el motivo de su estancia en ese punto.
De acuerdo con algunos vecinos de los fraccionamientos aledaños, dichos terrenos no están en venta al público en general, sino que se ofrecieron exclusivamente al grupo que ahora ocupa esos espacios y, que creen ellos, pertenecen a la organización Antorcha Campesina.
Explicaron que en algunas ocasiones el predio fue ofrecido a un precio mucho menor al valor comercial y en cómodos pagos, con el único requisito de que entregaran su acta de nacimiento y se comprometieran a “cuidar los terrenos”.
Sin embargo, en enero del presente año parte de las personas que se asentaron en esos terrenos de forma irregular denunciaron que fueron víctimas de fraude por parte de un ingeniero llamado Fernando Moreno López, presunto representante de la empresa “Construcción Urbana AMCO S.A. de C.V.”.
Afirmaron que Moreno López les ofreció el terreno en un valor de 50 mil pesos con la posibilidad de pagarlo con mensualidades de 800 pesos.