Lo que inició como un proyecto para limpiar el agua contaminada para convertirla en agua potable hace ocho años, hoy en día ha demostrado que también hace frente a aquel microorganismo que ha cambiado la manera de vivir en todo el mundo, el SARS-CoV-2.
A través de un recubrimiento de superficies con material fotocatalítico, formado principalmente de compósito y dióxido de titanio, es como se crea la protección para quienes porten o entren en contacto con una superficie previamente tratada y que podría albergar el virus, pero ahora inactivo y sin riesgo de propagación.
Derivado de la pandemia y con la experiencia obtenida a lo largo de los años, investigadores del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), un centro público de investigación de Conacyt, ubicado en la comunidad de Tonantzintla, municipio de San Andrés Cholula, Puebla, se dedicaron a buscar la manera de "desactivar" al virus del Covid-19. Bajo aperturas parciales de laboratorios, accesos controlados y restringidos, pero con orden y planeación, determinaron un rápido avance con resultados favorables.
Uno de los responsables en este novedoso y efectivo proyecto de inactivación viral, ha sido el doctor Joel Molina Reyes, quien en entrevista para El Sol de Puebla expuso que la iniciativa abarca áreas de nanotecnología, ciencia de materiales, física, química, biología y medicina que dan como resultado, la creación de recubrimientos fotocatalíticos capaces de inactivar al virus causante de Covid-19, presente en superficies contaminadas, al estar en contacto con la luz natural o artificial y cuyas propiedades fotocatalíticas de esta capa protectora pueden perdurar por varios meses.
"Es un proyecto en donde desarrollamos recubrimientos fotocatalíticos capaces de inactivar microorganismos patógenos adheridos a su superficie, en este caso nos enfocamos a la inactivación de viriones de SARS-Cov-2 que cuando son expelidos por alguna persona contagiada y se adhieren a superficies comunes, pueden quedar activos para la infección por varios días, pero al hacerlo sobre nuestro recubrimiento se inactivan en pocas horas", manifestó.
PRIMER PACIENTE, IMSS DE LA MARGARITA
Molina Reyes compartió que hasta el momento han estado trabajando con estructuras de área grande recubiertas por estos materiales fotocatalíticos en el Hospital General de Zona 20 "La Margarita" del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), debido a que, al albergar pacientes diagnosticados con el virus, este es expelido de manera aleatoria a diversos objetos y estructuras alrededor del paciente, aumentando los riesgos de exposición constante al virus activo para pacientes y personal médico.
"Acordamos realizar estos recubrimientos a siete estructuras de área grande que son de tipo biombo, son unos paneles que se pueden utilizar para poder desplegarse a lado de la cama de un paciente de Covid-19 y que está expuesto a sus mismas nubes de micro-gotas de coronavirus (...)", detalló.
Además de apoyar al cuerpo sanitario en la disminución del riesgo de contagio, enfatizó que el tiempo de estancia hospitalaria que requiere un paciente infectado se vio reducida en un 20 por ciento, un porcentaje importante que podría derivar en otros beneficios.
"Está ayudando a que se reduzca su tiempo de hospitalización en aproximadamente un 20 por ciento, es decir que un paciente que necesita 25 días de hospitalización en promedio, podría bajar hasta 20 días", difundió por primera vez a un medio.
PIONEROS EN MÉXICO
El investigador, rememoró que hace un año este proyecto y otros dos en México, resultaron ganadores en la convocatoria internacional realizada por el Institute of Electrical and Electronics Engineers (IEEE), la asociación más grande en el mundo de ingeniería, y pese a que el proceso lo han realizado desde hace un tiempo, continúan siendo pioneros en la aplicación y manejo de la actividad fotocatalítica de nanomateriales procesados como películas de gran área en México.
"Nos dedicamos a optimizar la actividad fotocatalítica de un nanomaterial que todavía no se venía utilizando en recubrimientos de área grande, y en ese sentido, si podría decir que al menos aquí en México somos pioneros en el desarrollo de nanomateriales para aplicaciones biomédicas, explotando la actividad fotocatalítica y en este caso, dirigida a la inactivación de SARS-CoV-2", destacó.
En esta misma línea, comentó que el verdadero reto fue adaptar un proceso de depósito sencillo, uniforme y de bajo costo, que no requiera de los grandes y costosos equipos para su desarrollo y poder llevarlo fuera de los laboratorios, hacia lugares que necesiten de esta capa fotocatalítica en beneficio de la sociedad, por lo que deseó que más personas se interesaran y los requirieran.
"Uno de los retos más grandes para nosotros fue que necesitábamos hacer un material fotocatalítico altamente eficiente y uniforme para recubrir áreas muy grandes, que fuera de bajo costo y que no necesitara infraestructura compleja para que nosotros pudiéramos llevarlo hacia las calles, ahí donde se está requiriendo".
SUPERFICIES A RECUBRIR
Entre las superficies que podrían recubrir para generar protección, se encuentran en primer lugar las de materiales plásticos, tales como caretas que son comúnmente usadas como barreras físicas al evitar recibir o expeler gotas de saliva con el virus y a las que los investigadores le han añadido el material para desactivar los virus adheridos en su superficie, en cuestión de 60 minutos de exposición a la luz del sol, “ideal cuando se camina en la calle y, de hecho, esto es importante pues al no tener este recubrimiento fotocatalítico, los virus adheridos en plástico podrían permanecer activos hasta por 7 días”, comenta.
Asimismo, y gracias a la adherencia del recubrimiento sobre otros materiales, entre ellos, objetos metálicos, vidrio, cerámicas, pisos y paredes, el doctor Molina aseguró que, en lugares como el transporte público, cuartos de oficina, salones de escuelas, consultorios médicos, escritorios de atención al público, asilos o sitios en los que se encuentren personas en situación de riesgo a contagio o vulnerables, el INAOE podría intervenir a bajos costos y dejar recubrimientos de protección en superficies adecuadas y con duración de tres meses a un año, sin necesidad de mantenimiento o desinfección, lo cual ayudaría a reducir los enormes costos de procedimientos de desinfección diarios y constantes.
"Si nosotros pudiéramos utilizar este material como recubrimiento en varias superficies, no sólo en estas estructuras que están en los hospitales, sino en el transporte público, dentro de los autobuses que van llenos de gente y expuestas a este virus o dentro de los asilos, de esos lugares con personas vulnerables, aportaría mucho en la protección constante de nuestra población", expresó.
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MÉXICO, PRINCIPAL OBJETIVO
Si bien en el país se tienen climas diversos en cada región, el también ingeniero expuso que con modificaciones específicas para cada zona la actividad fotocatalítica puede funcionar sin dañarse por altas o bajas temperaturas, o cambios en humedad y aunque esto pudiera migrar fuera de México, la prioridad es apoyar aquí mismo.
"De México, queremos que este desarrollo tenga un beneficio directo e inmediato en nuestra sociedad (...), la idea sería poder convencer a personas con capacidad de decisión política y financiera, que esto está funcionando bien, y que nos respaldan no solamente los datos del IMSS, sino nuestros propios datos internos y varias publicaciones científicas en revistas internacionales (...) y que esto, al final llegue a quien más lo necesite.", acentuó.
Finalmente insistió en la importancia de llegar a las autoridades y a las personas correctas para continuar desarrollando el proyecto en Puebla y el país, ya que ayudaría a ofrecer una protección adicional y constante contra Covid-19 y así poder volver a las actividades en el menor tiempo posible.