A menos de un mes de las celebraciones por Halloween y Día de Muertos, las ventas de fabricantes de máscaras de látex han caído hasta un 80 por ciento, esto debido a que los eventos sociales y masivos siguen cancelados ante la contingencia sanitaria por la pandemia de la Covid-19.
En otras circunstancias, para esta temporada Rafael Domínguez Gonzales, director general y fundador de “Monstermanía”, una empresa poblana dedicada a la creación de máscaras –en su mayoría de personajes de terror-, ya habría cerrado tratos grandes de surtido y distribución por todo el país, sin embargo, la pandemia por coronavirus no se lo permitió.
“En años anteriores nuestra producción anual era en promedio de 100 mil máscaras de una línea que nosotros le llamamos económica, porque es la que más demanda tiene. En promedio la producción anual que en este momento estamos trabajando, según nuestros cálculos llevamos 20 mil fabricadas”, confesó Don Rafa, como también muchos le conocen.
Y es que su taller, situado al sureste del estado en el municipio de Yehualtepec, tuvo que parar producción desde mediados del mes de marzo ante la llegada del virus SARS-CoV-2. Fue hasta finales de agosto y principios del mes de septiembre, cuando después de casi medio año, retomó actividades para volver a laborar y recobrar sus clientes que principalmente son de Ciudad de México, Puebla, Guadalajara, Monterrey, Oaxaca y Tijuana.
Los estragos del coronavirus para “Monstermanía”, no solo se limitaron al desempleo y la falta de ingresos, sino también a la falta de contratación de personal para este periodo en el taller, pues en años anteriores contarían con nueve o 10 pintores y actualmente solo tienen dos, así como un equipo de 20 personas para trabajar, a diferencia de los cuatro que solamente pudieron emplear en este 2020.
Otra de las afectaciones que Don Rafa tuvo en la empresa, fue la detención del lanzamiento de un nuevo proyecto titulado “Fantasy Makers”, una línea de productos premium, con diseños más elaborados y una mejor decoración, que este año vería la luz.
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“Esta nueva línea estaba en proceso de registro de la marca hasta antes de la pandemia. La idea era que en esta temporada de Día de Muertos ya la tuviéramos en el mercado, pero debido a la pandemia todo quedó varado y consideramos que hasta el siguiente año vamos a darle continuidad”, aseguró.
Finalmente, dio a conocer que la época que también es un poco alta para ellos es la de carnaval, sin embargo, Domínguez González afirmó que como están las cosas actualmente, prevé que la situación para esos meses sea similar de complicada a la que se encuentran viviendo hoy en día.
LAS MÁSCARAS Y SU ELABORACIÓN
Desde hace 32 años Rafael Domínguez se dedica a la elaboración de máscaras de látex, un gusto que inició desde que era estudiante de preparatoria y que aprendió gracias a uno de sus maestros de talleres escolares.
El oficio logró dar vida a “Monsteramanía”, una empresa que nació en 2015 y que actualmente cuenta con un catálogo de más de 300 modelos diferentes de diseños, entre los que destacan personajes de terror, modelos para carnaval, animales y hasta políticos.
“El tipo de máscaras que hacemos se elaboran con material de hule látex centrifugado, mismo que se obtiene de un árbol, por lo que es un material natural, no es sintético y nosotros lo importamos de Guatemala”, comentó.
Cada máscara producida en su taller es elaborada de manera artesanal por manos cien por ciento poblanas, que realizan un trabajo arduo y complicado, a través de sus tres diferentes departamentos: área de moldeado y vaciado, área de decorado y área de acabado.
La magia comienza con el diseño del personaje por parte de los escultores que lo hacen en plastilina o arcilla. Una vez que se saca el molde, se vierte el hule látex (un material viscoso y semi líquido) para poder sacar el grosor requerido para la máscara. Posteriormente el molde pasa a ser horneado y secado por varios días, hasta que después se transfiere al área decorativa para ser pintado.
Lobos, calaveras, brujas, diablos y payasos, son algunos de los personajes que por el momento desfilan por este lugar, mismos que son revisados a detalle y preparados para que en esta temporada puedan dar color y vida a algún personaje terrorífico y cuyos precios oscilan entre los 50 y los 250 pesos –dependiendo de la línea-.