Circunstancias como el aumento de divorcios y la violencia intrafamiliar, durante el confinamiento por Covid-19 en la entidad, podrían ser los principales factores para que estudiantes de niveles básico y media superior trunquen la actividad educativa, opina Rodolfo Cruz Vadillo, profesor investigador de la facultad de Educación de UPAEP.
En entrevista con este medio, el especialista comentó que la decisión del gobernador del estado, Luis Miguel Barbosa Huerta, sobre que el regreso a clases presenciales será hasta el primer semestre del 2021 –y no en noviembre como ya se había adelantado- fue bastante pensada y consiente; sin embargo, sugirió que los casos de divorcios y violencia en los hogares debido al encierro por la pandemia, van en aumento, por lo que es importante prever que pueden ser otro tipo de daños que pueden afectar a la estructura escolar.
“Son aspectos que deberíamos de cuidar, por lo que siempre le digo a los profesores que hay que tener una mirada comprensiva y empática hacia el otro, porque hoy las familias, en estas condiciones precarias, pueden aumentar la violencia o puede haber separaciones y esos son otros daños que no son directamente a la estructura escolar, pero que, si impactan en los alumnos”, precisó.
Asimismo, señaló que el acto educativo tiene que ver con la cuestión emocional-afectiva, por lo que este este tipo de problemas y entornos familiares, no solo afectan en el hogar sino en la vida diaria.
“Un chico que vive violencia y en condiciones adversas, que sus papás se separaron y se pelearon, obviamente, aunque regrese a la escuela y esta tenga toda una serie de herramientas para que él se ponga al corriente, no se va a poder, porque algo que sostiene el acto educativo tiene que ver con la implicación del chico, y la implicación tiene que ver con la motivación que él puede tener en la cuestión emocional-afectiva”, dijo.
Ante esta situación, el especialista aseguró que el peor de los escenarios al que se enfrentarían los estudiantes sería al abandono de sus actividades escolares, pues ante este hecho no recibiría el apoyo de sus padres o familia, y, aunado, estaría el problema de desempleo y la situación económica derivada de la pandemia por coronavirus.
“Lo que se puede prever fuerte es el abandono del sistema educativo, papás que digan que no se pueden sostener y saquen a los hijos para inscribirlos cuando las condiciones lo permitan”, puntualizó.
Finalmente comentó que el rezago educacional es un tema casi inevitable, no solo en México sino en todo el mundo, y se recuperará siempre y cuando haya de verdad voluntad política y una acción bien pensada en los profesores.
“El hecho de tener a los chicos con algunas actividades les permite que sigan teniendo un determinado ritmo y que no olviden habilidades y cuestiones de atención, para que cuando podamos regresar todos, la recuperación sea más fácil”, concretó.
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