Edurne Ochoa, consultora en comunicación política, feminista y presidenta de la organización 33 Mujeres, está impulsando en el Congreso de Puebla una ley contra la ciber violencia de género, puntualmente, quiere que se reconozca la figura del “sicariato digital”, es decir, las personas que amenazan con quitar la vida o intimidan a través de redes sociales o artefactos móviles.
Lo anterior, debido a que lleva dos años siendo víctima de este tipo de agresiones y aunque ha denunciado tres veces ante la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE), su caso se ha complicado porque las violencias digitales no están reguladas en el país y ni siquiera se están tomando en cuenta en las legislaciones actuales.
“No es lo mismo que tú estés acompañando a mujeres víctimas de violencia a que tú te vuelvas la víctima de la violencia, es muy complicado (…) las mujeres que somos de carácter fuerte, las mujeres que alzamos la voz, las mujeres que difícilmente nos quebramos no significa que no nos duela, que no lloremos a escondidas, que no pasemos noches sin dormir o que no estemos mal emocionalmente por toda la violencia que nos atraviesa, sólo que nos levantamos y con este miedo seguimos adelante”, comentó.
En entrevista con El Sol de Puebla, Edurne dijo que detrás de todas estas llamadas o hackeos que ha recibido, hay personas a las que les han pagado para hacerlo y estos “sicarios digitales”, deben de ser castigados y salir de su esfera online de confort.
“El tema de la violencia que yo estoy viviendo la verdad me preocupa mucho. Acabo de tener el mecanismo de evaluación por parte de la Secretaría de Gobernación y me ponen en el mismo nivel de peligro, de amenaza y de riesgo que el que tuvo Cecilia Monzón. Ya presenté tres denuncias penales, ya subí todos los testigos de las cosas que me han ido haciendo en mis redes sociales y he expuesto las llamadas porque me han llamado amenazándome y diciéndome: pinche perra cuídate”, detalló.
La también activista, lamentó que en esta intimidación hayan involucrado a su hijo menor de edad, pues es sólo un niño que ha tenido que ver imágenes en donde aparece Edurne con leyendas amenazantes. Aunque Edurne es una mujer que se califica como fuerte, aceptó que esta situación ya la está afectando emocionalmente.
“He sido hackeada a través de mi dispositivo móvil, tengo un tema de seguimiento por espionaje. Me han bajado imágenes, textos. He tenido ciberacoso en redes sociales, en donde la palabra más bonita que me han dicho es -puta-, imagínate como están las demás. Además, se han metido con mi hijo menor de 14 años, lo han utilizado como mecanismo para amedrentarme y mandarme mensajes muy claros. Al igual que muchas mujeres decido hacerlo mediático porque quiero dejar constancia”, agregó.
Además de todo lo anterior, Edurne está también trabajando en un documental para visibilizar esta situación, pues “no es la única, hay millones de mujeres”. En este trabajo, quiere albergar las voces de más personas que, como ella, han sido víctimas de agresiones virtuales, en donde su victimario no da la cara y se esconde atrás de un monitor.
“Me pregunto, ¿hasta cuando las autoridades van a hacer algo?, ¿hasta que me pase algo?, ¿y entonces ahora va a ser la Ley Edurne?, ¿qué están esperando? (…) mis denuncias están puestas, voy a luchar por esta iniciativa de ley, tengo el mecanismo de defensa de los derechos humanos, muchas medidas de seguridad y ya hubo una llamada política al gobernador y al secretario de gobernación”, relató.
Para concluir, aceptó que teme por su vida, pero seguirá luchando para que esta situación pare y pueda ayudar a más mujeres. El pasado 9 de mayo estuvo en el Congreso para abordar este tema con los legisladores. “No quiero que salgan a las calles a pedir justicia por Edurne, sería algo terrible que he venido narrando desde hace tiempo y entonces sería una prueba más de las omisiones y de la indiferencia que tienen las autoridades en este estado”, concluyó.
