La ceniza que cubre las calles de Santiago Xalitzintla y San Nicolás de los Ranchos da cuenta del incremento en la actividad del volcán Popocatépetl durante la última semana, aunque la vida transcurre con normalidad en ambas poblaciones, donde la gente se dice acostumbrada a estar cerca del coloso y por lo tanto no consideran indispensable el uso del cubrebocas.
El Sol de Puebla recorrió ambas comunidades, que son de las cercanas al volcán y pudo constatar que la caída de ceniza no ha afectado la vida cotidiana de los pobladores, incluso se instalaron con normalidad los tianguis y puestos del comercio informal, a pesar de que la ceniza es propagada por el viento.
La gente compartió que ha barrido constantemente las calles para evitar que se tapen las coladeras o los residuos se dispersen demasiado en el ambiente, pero hasta ahora no ha habido alguna otra medida instruida por las autoridades, de tal forma que las actividades escolares y económicas se realizan sin mayor inconveniente.
Caen partículas rojas de ceniza en Xalitzintla
A diferencia de otros momentos en los que también ha habido caída de ceniza, los pobladores de Xalitzintla consideran que “Don Goyo” ha estado tranquilo porque en la última semana sus exhalaciones han ocurrido sin que perciban el tremor, aunque ven con sorpresa que existen algunas partículas rojas entre el polvo que retiran de las calles, patios y azoteas.
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“Apenas y se ven los puntitos rojos, pero si está cayendo así y hacia arriba todavía se puede ver más que hay unas cenizas rojas, aquí apenas se distingue poco, solo eso hemos notado, porque no se ha sentido como otras veces cuando truena el piso”, comentó Tomas Castro, quien indicó que en la última semana no ha habido alguna información de las autoridades respecto a la actividad del volcán.
En la plaza, Sandra vendió tacos como todos los fines de semana y aunque este domingo en particular tuvo que llegar a barrer la ceniza acumulada en la acera y limpiar constantemente la mesa para sus clientes, dijo que no tuvo ninguna indicación adicional o restricción para ofrecer alimentos en la vía pública.
En la mañana estaba todo lleno de ceniza pero barrimos y no nos han dicho nada, nada más tratamos de tener todo limpio y tapado y la mesa que pues se ensucia por lo mismo de la ceniza que vuela el aire compartió.
A diferencia de la mayoría de las personas que caminaban por las calles sin ningún articulo para proteger los ojos o nariz, Esmeralda Hernández si usaba cubrebocas y compartió que de no portarlo suele enfermarse, ya que la ceniza le provoca afectaciones en la garganta y las vías respiratorias.
Me arde la garganta de tanto respirarla (la ceniza) y en ocasiones me ha dado gripa, entonces como ahorita está esto trato de cubrirme, aunque ya aquí lo vemos como normal, ahorita los niños siguen yendo a la escuela y no les han pedido que sea obligatorio el cubrebocas ni nada comentó.
La joven compartió que tan solo durante la mañana de este día logró reunir unos dos kilos de ceniza barriendo el frente del local comercial en el que trabaja, misma que dejó en una bolsa de plástico a la que va agregando la que barre en el transcurso del día.
En San Nicolás de los Ranchos continúan
A pesar de la dispersión de la ceniza provocada por el viento, en San Nicolás de los Ranchos se instaló el tianguis con normalidad en las calles del centro, en donde la población compraba sin mayor inconveniente desde helados hasta papas y pan.
“Esto ya es normal pero si ha estado cayendo mucha ceniza últimamente, tan solo del viernes para sábado cayó tanta que en la mañana que barrí el patio en la casa llene un bote de esos blancos, de 20 litros”, contó Alma Pintor mientras descansaba en una de las bancas del zócalo, sin cubrebocas.
La madre de familia compartió que en esta ocasión la ceniza que recogió es gruesa y puede provocar más molestias para la vista, a diferencia de otras ocasiones cuando apenas se siente con una textura de harina.
Martha Cuatitla, quien también salió a la calle sin algo que le cubriera la nariz y boca admitió que cuando el volcán tiene actividad como en los últimos días suele tener más riesgo de enfermarse, al igual que sus hijos, pero no considera necesario protegerse porque este fenómeno es algo a lo que está acostumbrada.
“Luego si nos enfermamos, más los niños, pero aquí es normal que caiga la ceniza y ahorita ha aumentado pero no como en el año pasado, como en mayo, ya casi un año, que si estaba todo gris el cielo y no se podía ni ver”, dijo mientras transitaba acompañada de sus dos hijos, ambos sin cubrebocas.
Elvira Gutiérrez y Lucas Apanco, comerciantes establecidos en el centro de ese municipio, compartieron que han estado barriendo constantemente el frente de sus locales, sin embargo, eso no ha evitado que sus productos se empolven con mayor facilidad.
A cada rato he estado barriendo pero como el aire la levanta pues todo lo que tengo exhibido se ensucia, entonces también tengo que estar limpiando comentó Elvira mientras retiraba la ceniza con un paño húmedo de los productos de bisutería que exhibe en la entrada de su local.
Explicó que tras acumular una cantidad considerable de los residuos procede a amarrar bien las bolsas y llevarla a tirar al campo, ya que el servicio de recolección de residuos del ayuntamiento no acepta la ceniza con el argumento de que “es muy pesada”.
Lucas consideró que ese es un problema en temporadas donde hay actividad constante del volcán, porque hay quienes no pueden desechar la ceniza llevándola a la zona agrícola y por lo tanto se queda en las calles y llega a afectar las coladeras.
El comerciante consideró que las autoridades al menos deberían habilitar botes recolectores o sitios especiales para que la gente tenga donde depositar la ceniza, teniendo en cuenta que es un municipio en donde constantemente existe ese tipo de residuo.
En la plaza principal de San Nicolás de los Ranchos fue posible observar a niños jugando o personas disfrutando del fin de semana, a pesar de que el coloso se ha mantenido en constante actividad.
La Coordinación General de Protección Civil del Estado informó que en las últimas 24 horas el volcán ha tenido 48 exhalaciones y mil 315 minutos de tremor, lo que ha provocado la caída de ceniza en las áreas cercanas, aunque el semáforo de alerta se mantiene en amarillo fase dos.
La dependencia también dio a conocer que, en coordinación con las autoridades municipales de protección civil se realizan recorridos de inspección en las rutas de evacuación, que serían susceptibles de ser utilizadas por el aumento en la actividad volcánica.
