Estudiantes y padres de familia, se manifestaron durante la mañana del lunes, en las afueras del área que ocupa el Centro de Atención para Estudiantes con Discapacidad (CAED), para manifestar su inconformidad en torno al posible cierre de este bachillerato, debido a que desde el mes de enero, la Secretaría de Educación Publica (SEP) no ha pagado honorarios a los docentes que laboran en esta institución, lo que podría hacer que estos abandonen sus actividades, dejando sin atención a los 25 alumnos.
De acuerdo con lo dicho por Abigail Rosas Cabrera, madre de familia, esta falta de pago podría originar que los maestros decidan dejar de atender a los alumnos, encontrándose en total derecho de hacerlo, sin embargo, los jóvenes que están por egresar se podrían quedar sin ningún documento que avale su preparación media superior, mientras que los estudiantes de grados inferiores también se quedarían a la mitad de su desarrollo escolar.
En este sentido, la madre de familia apuntó que el pago de los docentes provenía de la SEP, pero ahora la dependencia se ha desentendido totalmente de ello, “echando la bolita a otras instancias que supuestamente deben otorgar estos pagos”, subrayando que lo preocupante es la situación en la que se quedarán sus hijos.
De acuerdo con lo declarado por Cinthia del Carmen Vara Durán, también madre de familia, a raíz de la implementación de centro educativo se ha logrado que los jóvenes en edad de cursar el bachillerato tengan la oportunidad de ser gente reconocida por la sociedad, agradeciendo al Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (Cbtis) 44, que ha brindado alojo a este instituto, lo que ha permitido que varios jóvenes hayan logrado trascender. No obstante, asentaron que “es preciso que los docentes reciban su pagos, para que puedan seguir prestando el servicio a los estudiantes”.
Al respecto, reconocieron el papel y esfuerzo que a diario juegan los docentes de esta escuela, algunos de ellos que provienen de otros municipios y que pese a no percibir sueldo desde enero, han estado atendiendo a los jóvenes a fin de que no pierdan el ciclo escolar, abundando que a escasos dos meses de culminar el ciclo podrían quedarse sin ningún documento.
Al momento, los padres de familia, comienzan a organizarse para manifestar esta inconformidad ante la dependencia encargada de impartir educación, pero al mismo tiempo analizan la posibilidad de aportar o conseguir recursos con los cuales apoyar a estos docentes que han venido trabajando sin recibir ningún tipo de incentivo.