A 63 años de haberse inaugurado, el Mercado Municipal de Huauchinango, ubicado en la colonia Centro, comenzó a ser demolido, con la promesa del gobernador del estado, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, de que estará renovado en unos seis meses, "no, más", debido a que es una obra prioritaria.
Desde las afueras del inmueble se puede observar el trabajo de demolición que iniciaron los trabajadores en el interior; comenzaron con algunas paredes y columnas que no afectarían ni causarían una precipitación de los techos hechos con base en herrería y lámina galvanizada, solo una pequeña fracción; el techo está hecho de loza.
Es muy probable que los trabajos avancen bajo el techo antiguo, dado que, entre el otoño y el invierno, es común que haya lapsos de brizna que podrían provocar retrasos en los trabajos, expresaron algunas fuentes.
El Mercado Municipal de Huauchinango "está lejos" de ser considerado como un monumento histórico, ya que la infraestructura, de manera parcial, fue terminada por el edil Ramón S. Aranda; en cambio, fue hasta la gestión (periodo 1963-1966) de la que fue titular el ex presidente municipal, Abraham Domínguez, por lo que fue inaugurado el 16 de agosto de 1963. Algunas fuentes apuntan que fue a las 12:00 horas.
En un estudio publicado y presentado al ayuntamiento de esos tiempos por el ingeniero Gabriel M. Oropesa, en el año 1912, analizó la actividad y la necesidad de establecer una "oficina de obras públicas" en Huauchinango. En aquel momento, el autor describió que la ciudad presentaba condiciones insalubres para la exhibición de distintas mercancías, entre ellas, las comestibles. Explicó la forma en que se realizaba el tianguis todos los sábados, donde una gran cantidad de productores llegaban hasta el centro de la ciudad y exponían sus mercancías. Urgió la construcción de un Mercado Municipal con todas las condiciones y agregó que no faltaría algún predio céntrico para realizarlo.
El mercado, que comenzó a demolerse, está dividido actualmente en cuatro secciones donde se venden frutas y verduras, cárnicos, lácteos, productos artesanales, y hay distintas áreas de cocina tradicional de la región. También se ofrecen productos de jarciería, además de ropa y otros textiles. El edificio ocupa casi una cuadra del centro, desde la calle Manuel Ávila Camacho hasta la calle Bravo, pasando a lo largo de la calle Corregidora, una de las calles más comerciales y populares del primer cuadro de la ciudad.
En el mismo tema, algunos comerciantes aseguraron que el mercado fue creciendo en sus instalaciones, de acuerdo con la demanda de los usuarios. Comenzó con dos secciones en la esquina de Manuel Ávila Camacho con la calle Corregidora; después, se le agregaron otras dos secciones, llegando hasta la esquina de Bravo con Corregidora.
Algunos vecinos, integrantes de familias tradicionales, señalan que el predio donde se encuentra el mercado municipal tiene una vocación comercial de antaño. Antes de ser un punto de venta, funcionaba como mesón para los animales que usaban los arrieros, y ya había en torno a este un gran número de establecimientos comerciales, los cuales ofrecían productos de primera necesidad.