Con la construcción de una planta de tratamiento a la que se conectarán las empresas que elaboran productos lácteos en el municipio de San Martín Texmelucan, las autoridades municipales esperan disminuir la contaminación de los afluentes que desembocan al río Atoyac, esto como parte de las acciones para dar cumplimiento a las observaciones que realizó al ayuntamiento la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en 2019.
De acuerdo con el planteamiento, la planta tratadora será construida por el Sistema Operador de Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de Texmelucan (Sosapatex) por lo que tanto autoridades municipales como estatales, empezaron negociaciones con las empresas que fueron identificadas como parte de la contaminación del Río Atoyac.
Anteriormente, la alcaldesa Norma Layón ya había advertido que se tenían alrededor de cien empresas identificadas dentro del municipio de San Martín Texmelucan, como focos de contaminación entre ellas un sector que se asentó principalmente en las comunidades de San Rafael Tlanalapan y San Cristóbal Tepatlaxco las cuales se decidan a elaborar productos lácteos.
En este sentido, las autoridades municipales reconocieron que existe una gran contaminación del río Chiquito, uno de los afluentes del Atoyac, debido a la alta concentración en las descargas de residuos lácteos, que realizan las empresas dedicadas a este ramo industrial, quienes no cuenta con ningún tipo de permiso para su pre tratamiento de la descarga de aguas residuales que van hacia el drenaje municipal.
Incluso tras una inspección con autoridades federales se constató que en la calle Rosendo Márquez, colindantes con el río Chiquito, se detectó que el drenaje había colapsado, provocando un gran foco de infección e incluso, puede ser considerado un problema de salud pública con grandes consecuencias para los pobladores de esa zona.
Mientras que por el lado de San Rafael Tlanalapan, la inspección se inició en el río La Virgen y algunas barrancas que son utilizadas para las descargas de empresas dedicadas a la industria láctea y de la mezclilla por lo que se comprobó que dichas descargas de aguas residuales no tienen ningún tipo de control lo que provoca el aumento de la contaminación de los afluentes tales como Rio Chiquito y Rio la Virgen.
El secretario de Fomento Económico municipal, Jaime Aurioles, destacó que los empresarios queseros acordaron que se conectarán a un colector de aguas residuales que se construyó durante el gobierno de Miguel Barbosa Huerta, como una de las medidas que se han planteado autoridades estatales, federales y municipales.
El funcionario enfatizó que dicho colector deberá de concluir en una planta de tratamiento especial, debido a que las bacterias que tiene el suero desechado por las empresas queseras, se debe dar un método especial, por lo que se cuenta en San Lucas Atoyatenco tiene otro funcionamiento y, por lo tanto, podría afectar su operatividad.
Será en las próximas semanas, cuando se cuente con un proyecto por parte del Sosapatex para la construcción de una nueva planta de tratamiento, por lo cual, solo las empresas deberán de pagar por sus derechos de descargas.
En cuanto al anunció por parte de la Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial, Beatriz Manrique Guevara, de que 130 empresas habían firmado para trabajar en la no contaminación del río Atoyac. En las recientes semanas reconoció que había tres empresas que no estaba cumpliendo con dicho acuerdo.
En el río Acotzala, también afluente del Atoyac, aún se puede observar cómo las aguas corren en diversos colores, azul, rojo o verde a diferentes momentos durante el día.
A pesar de que en el mes de septiembre del 2022 se clausuró una empresa por no tratar sus aguas residuales en el municipio de San Salvador El Verde, el cual descarga al río Santa Elena, el cual se une al Acotzala y de ahí dichas aguas contaminadas se unen con el Atoyac.