TLAOLA, Pue.- Mientras que habitantes de esta cabecera municipalaseguraron que el alcalde Abdías Castillo Castillo trató deintimidar al sacerdote asignado al lugar, Luis Antonio García, porhaberlo acusado de estar alejado de los habitantes durante la etapamás difícil al paso de la tormenta “Earl”, el munícipe nególos hechos y aseguró que se trata de acusaciones sinfundamentos.
Abdías Castillo Castillo ha sido uno de los alcaldes máscriticados en la región por haber estado ausente durante lasprimeras 72 horas más difíciles para algunos municipios serranosque sufrieron la fuerza de la naturaleza por las precipitacionespluviales copiosas del pasado 6 y 7 de agosto.
Incluso hubo quienes aseguraron que el edil estaba de asuetofuera del municipio de Tlaola y ante la dificultad de acceso, optópor llegar después del lunes 8 de agosto, justo cuando lasecretaria de Desarrollo Social (Sedesol) federal, Rosario RoblesBerlanga, visitó Chicahuaxtla, la junta auxiliar con mayoresdaños materiales y pérdidas humanas de la demarcación.
Al momento de la llegada de Rosario Robles se hizo presente elmunícipe, hecho que le acarreó reclamos inmediatos que loexhibieron delante de la funcionaria federal, pues un grupo depersonas le recriminó a la autoridad municipal por qué hasta esemomento hizo acto de presencia en la localidad, que vivió al menoshasta el lunes 8 de agosto casi entre el caudal del río que porlas lluvias cambió su cauce y entró a Chicahuaxtla.
Entre el grupo de personas que reclamaron al edil su tardíaasistencia, habría estado el sacerdote de Tlaola, Luis AntonioGarcía, personaje que previo a la llegada de Abdías Castillo almunicipio sugirió a los habitantes de la cabecera y deChicahuaxtla, además de otros puntos afectados, que se organizaranpara trabajar en el rescate de personas desaparecidas, en larecuperación de sus pertenencias personales y en la limpieza desus viviendas.
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La sugerencia que hizo el sacerdote se debió a la ausencia dela autoridad municipal, manifestación que irritó al alcalde “ycuando llegó el presidente, de inmediato mandó llamar alpadrecito para regañarlo y decirle que no se anduviera metiendo enlo que no le correspondía”, según testimonios de declarantesque prefirieron que sus nombres se guardaran en el anonimato,“porque si Abdías se puso pesado con el padre, qué nosesperaría a nosotros”, argumentaron.
Lo que confiaron los declarantes a este medio de comunicación,fue que Abdías Castillo llamó al presbítero a su casa, “en ellugar lo mantuvo encerrado como por unas tres horas, como si lotuviera secuestrado y ahí hablándole con groserías muy feas,regañó al padre diciéndole que no se metiera en lo que no lecorresponde y amenazándolo de varias cosas, entre estas que lo ibaa acusar con sus superiores”, aseguraron.
Sobre el caso, el presidente municipal descartó que se hayatratado de un secuestro y añadió, “dicen que lo secuestré, nosaben lo que es eso”, lo que sí admitió es que está buscandouna cita con el arzobispo de la Arquidiócesis para hacerleconocimiento de la conducta del sacerdote Luis Antonio García.
El edil de Tlaola comparó al religioso con su homólogo Robertode Jesús, quien antecedió a Luis Antonio, pero el alcaldeexpresó que el que estaba sí se dejó apoyar por el alcaldeAbdías Castillo y a la vez el presbítero ayudó al munícipe.
Abdías Castillo indicó que el padre Luis Antonio García cayóen el juego de un grupo de personas que se han dedicado a criticarsu gobierno, diciendo que se está quedando con despensasguardándolas en la presidencia municipal y en la junta auxiliar deChicahuaxtla, pero subrayó que se trata de una mentira porque losvíveres están controlados desde las autoridades estatales.
El presidente de Tlaola es de extracción panista, apoyado porla coalición Puebla Unida para que llegara al poder municipal yél asegura que se trata de un grupo de priistas que “no asumenalguna situación” y se han dedicado a criticarlo.