Una clase de yoga realizada el pasado domingo en el mirador de cristal del Cerro de San Miguel ha desatado controversia entre los habitantes de Atlixco y las autoridades locales, pues el evento fue organizado por una empresa privada que buscó la participación hacia el turismo de bienestar holístico.
De acuerdo con los datos recabados, el evento, organizado por una empresa privada, tuvo lugar el 28 de abril desde las 6 de la mañana con una duración de aproximadamente dos horas, con la participación de 25 personas, en su mayoría mujeres.
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Los reportes de los testigos señalaron que durante la clase de yoga se habían roto ciertas reglas impuestas por las autoridades. Sin embargo, estas afirmaciones fueron desmentidas por el gobierno local, quien confirmó que el evento contaba con la debida autorización y no infringía ninguna normativa.
La controversia radica en la molestia generada entre los habitantes especialmente de aquellos que suelen ejercitarse en el Cerro de San Miguel durante las primeras horas del día. Algunos afirmaron que hubo personas brincando sobre la estructura de cristal y que el evento se extendió más allá del horario permitido para visitas turísticas. Esto provocó inquietud entre los atlixquenses que ven el mirador como un espacio público.
No obstante, las autoridades aclararon que el mirador de cristal tiene dos reglamentos distintos, uno para visitas turísticas, que tienen un límite de tiempo de 15 minutos para tomarse fotos, y otro para eventos especiales, como el caso de la clase de yoga, que tienen una duración permitida de dos horas.
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“El empresario local que organizó el evento solicitó y recibió autorización para el uso del espacio, sin interferir con el horario de turistas, que comienza a partir de las 9 de la mañana” señalaron en un comunicado informativo.
Además expresaron que no se violaron las reglas y que el uso del mirador para eventos especiales es parte de su política para diversificar el uso de este espacio público. Otros eventos, como sesiones fotográficas para quinceañeras, también se han llevado a cabo en el mirador, siguiendo el mismo proceso de autorización.