Desata polémica tapete monumental en Atlixco, dudan de su viabilidad

Prestadores de servicios indican que existen otras prioridades en el municipio

Miguel Ángel Domínguez / Atlixco

  · viernes 27 de julio de 2018

La colocación del segundo tapete monumental de flores en el centro de esta ciudad, de tres que se instalan al año, “desempolvó” una vez más el debate entre varios sectores sobre la viabilidad económica y turística de esta propuesta oficial.

Por un lado, un grupo de prestadores de servicios locales, la mayoría ubicados en los alrededores del propio tapete, dijeron que cada año ese gasto del dinero oficial “está justificado por un par de razones”, destacó Miguel García, dueño de un restaurante.

“Al inicio de este gobierno, y deben recordarlo, en lugar de un tapete floral hubo uno de aserrín muy pequeño, el cual duró apenas dos días. Y los turistas en aquella Semana Santa, acostumbrados a las flores, no observaron nada. En consecuencia, se fueron de la ciudad y no gastaron. El final elocuente: bajaron hasta un 50 por ciento nuestras ventas”, comentó.

A partir de lo anterior, sostuvo, quedó claro que los tapetes llaman la atención de los visitantes y están, por lo tanto, varias horas en Atlixco, traduciéndose este hecho en ingreso de dinero.

En contraparte, representantes de organizaciones civiles locales independientes sumaron su voz a varios reclamos de un grupo de atlixquenses: “existen otro tipo de prioridades en Atlixco, como tapar los baches o el mismo tema de la reconstrucción”.

Incluso, subrayó Norberto Romero, a veces “queda la impresión de que esa propuesta de los tapetes está agotada después de varios años de servir como atractivo”.

“Los inconformes”, sentenció, “no estamos en contra de la necesaria llegada de dinero vía el turismo, pero sí es importante darle diversificación a la manera en que los atraemos. Sobre todo cuando las necesidades en otros rubros están a la vista”.

Anualmente el gobierno local gasta poco más de un millón de pesos para pagar el diseño, colocado y retiro de los tres tapetes. En promedio duran hasta tres semanas abiertos al público.