Gallitos de pepita, una tradición que pervive en Texmelucan

De entre las 30 familias que se dedican a elaborar los tradicionales dulces destacan los Escobar Bravo

Ascención Benítez/San Martín Texmelucan

  · martes 30 de octubre de 2018

Alrededor de 20 mil gallitos de pepita serán comercializados entre 10 y 35 pesos por pieza de acuerdo al tamaño de los mismos por la familia Escobar Bravo hasta el 2 de noviembre afuera del mercado municipal Domingo Arenas y calles de la ciudad de San Martín, para las ofrendas que se exponen en los hogares de la región durante la temporada de Todos Santos.

En el municipio de Texmelucan aún hay 30 familias que se dedican a elaborar los tradicionales gallitos de dulce de pepita que son vendidos en los mercados municipales y calles de la ciudad que viven en la comunidad de San Jerónimo Tianguismanalco, Santa María Moyotzingo y San Martin Texmelucan, pero la más representativa es la de la señora Ángela Bravo Fernández, que sus hijos, nietos y bisnietos a lo largo de cuatro décadas los han elaborado y comercializado.

Ángela Bravo Fernández, de 78 años de edad y originaria de Texmelucan, detalló que desde los 20 años de edad con apoyo de su mama se enseñó a preparar la masa y elaborar los tradicionales gallitos, ahora ella, le ha transmitido sus conocimientos a sus 9 hijos que procreo, estos a la vez les han enseñado a sus hijos e hijas, y estos a sus descendientes, es decir que han pasado cuatro generaciones que se han dedicado a realizar este dulce típico.

Una de las hijas de doña Ángela, Rosa María Escobar Bravo, en entrevista, detalló que por lo menos ella, su hijo y su nuera logran realizar de 3 a 4 mil gallitos para la vendimia, pero como son varios hermanos de la familia Escobar Bravo que se dedican a elaborar el dulce de pepita, en conjunto logran hacer alrededor de 20 mil piezas, donde muchos de estos productos son adquiridos de mayoreo por personas que llegan de Huejotzingo, Tlahuapan y Tlaxcala para venderlos en sus respectivos mercados locales.

Resaltó que desde el 15 de Octubre los integrantes de la familia Escobar Bravo empieza a limpiar la pepita de calabaza, que dejan secar al sol, después la echan a remojar con agua caliente, la lavan en repetidas ocasiones hasta que se le cae el hollejo –es como pellejito-, se enjuaga, enseguida se muele en el molino, y se echa en una cazuela grande, donde se coloca azúcar, se bate hasta que queda preparada la masa.

Agregó que a la vez se preparan los rollitos de papel crepe o china, se cortan en tiras hasta la mitad, se compra colorante para pintar la masa, lentejuela negra y laminillas de baño de oro, al tener ambas cosas se preparan las bolitas para realizar la figura manualmente y se adorna, trabajo que debe quedar concluido entre el 22 y 23 de Octubre, porque a partir del 24 del mismo mes se empieza a comercializar los gallitos de dulce en las calles, casa por casa y en los mercados, porque deben estar colocados a partir del 28 en las primeras ofrendas.