Durante el último año en el cine, cintas como “Poor Things” o “Saltburn” provocaron varias reacciones en la audiencia debido a sus escenas de sexo o desnudez explícita, pero un estudio encontró que, de hecho, este tipo de imágenes son cada vez menos comunes en las producciones del llamado séptimo arte.
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En un estudio realizado por Stephen Follows y encargado por el medio especializado The Economist, analizó las 250 películas más taquilleras de cada año desde el 2000 y encontró que el 46 por ciento de las cintas en el 2023 no contaban con ningún contenido sexual, contra un 18 por ciento en el año 2000, un cambio más que significativo.
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Se explica que no es solo que se vea menor cantidad de sexo en pantalla, sino que estas escenas se concentran proporcionalmente en una menor cantidad de películas, caso como “Poor Things”, donde el sexo representa un hilo conductor para el progreso del personaje.
También los distintos géneros de cintas han tenido cambios significativos, el más grande de ellos es el cine de acción en donde se vio una caída del 70 por ciento en cuanto a las escenas explicitas en ese periodo de tiempo. En casos como las películas románticas la diferencia fue solo del 20 por ciento menos del 2023 en comparación al 2000.
Stephen Follows en su estudio afirma que este es el mayor impulso que ha recibido la reducción del contenido sexual en el periodo de estudio, pero que no ha pasado lo mismo con otros aspectos como la violencia o el uso de groserías con porcentajes muy similares.
Respecto a las razones por las que podría verse cambios tan significativos en la presencia de sexo o de desnudez en las películas se señala algunos puntos como: existe una preferencia por contenido que evita los temas sexuales por completo; por la preocupación de los estudios de cine de que las escenas afectaran el número de audiencia en las salas por la clasificación; y por el aumento en la cantidad de empleos como los “coordinadores de intimidad” que se interpreta como un reflejo de la incomodidad que sienten los actores al ejecutar estas escenas.
Al respecto del último punto, en otra investigación realizada por Stephen Follows detalla que, del año 2020 a la fecha, la cantidad de películas que habían hecho uso de un coordinador de intimidad se habían multiplicado por ocho.
Generación Z, menos interesada en el sexo
En un estudio anterior realizado por la Universidad de California en Los Ángeles, Estados Unidos (UCLA, por sus siglas en inglés) y publicado en octubre de 2023 de nombre “Teens and Screens” se reveló que los jóvenes de la Generación Z se encuentran cada vez menos interesados en ver contenidos sexuales, al considerar que no son necesarios para las series de televisión y cine que consumen.
Tras consultar a más de 1,500 personas en donde se realizó preguntas sobre contenido íntimo a los que tenían edades de los 13 a 24 años, se reveló que el 48 por ciento de ellos no consideran necesario el sexo o el contenido sexual para la trama de una película o serie. Mientras que, 51.5 por ciento afirmó que prefería ver en pantalla contenido platónico o centrado en relaciones platónicas o de amistades.
“Sabemos que los jóvenes sufren una epidemia de soledad y buscan modelos en el arte que consumen. Si bien algunos narradores utilizan el sexo y el romance como atajos para conectar con los personajes, es importante que Hollywood reconozca que los adolescentes quieren historias que reflejen todo el espectro de relaciones”, comentó la doctora Yalda T. Uhls, directora y fundadora del Center for Scholars & Storytellers (CSS) y coautora del estudio.
De los encuestados solo el 15.2 por ciento se mostró en desacuerdo sobre tener contenido solo centrado en las amistades o en las relaciones platónicas.
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El que películas como “Poor Things” o “Saltburn” se volvieran tan polémicas por su contenido gráfico, es ya una muestra de cómo ha cambiado el uso de las relaciones sexuales, debido a que esto fue lo que las volvió populares en un inicio, frente a otra gran mayoría donde es inexistente el uso de estos recursos como la desnudez.
