Jalil o Jalit N., alias el Mamer, continúa haciendo de las suyas en la zona del Triángulo Rojo ya que, de acuerdo con fuentes policiales, ahora también se le atribuyen los dos últimos hechos violentos ocurridos en Acatzingo entre la mañana y la noche del pasado 4 de noviembre, en los que una pareja de novios murió de forma circunstancial.
A pesar de que dicho sujeto, originario de Veracruz, está plenamente identificado e incluso el gobierno veracruzano ofrece una millonaria recompensa a quien aporte información que ayude a dar con su paradero, hasta ahora no ha podido ser detenido por las autoridades.
Desde el pasado 20 de octubre al Mamer y a su banda delictiva se les vinculó con la aparición de dos cuerpos desmembrados en Los Reyes de Juárez. Posteriormente, el 30 de octubre también se les relacionó con el ataque que sufrieron elementos de la Policía Federal en la localidad de Pino Suárez, Tecamachalco, donde incluso hubo dos policías heridos y una patrulla quemada.
Ahora dos hechos más se suman a la lista: se trata del cuerpo descuartizado y abandonado en pleno centro de Acatzingo la mañana del 4 de noviembre. Por si fuera poco, se les atribuye la balacera ocurrida horas después en el mismo municipio, donde el saldo fue una camioneta rafagueada y dos muertos, tratándose, al parecer, de una pareja de novios que murió de forma circunstancial luego de que fueran confundidos con miembros de otra banda delictiva.
Como se ha informado, Jalil es un delincuente originario de Martínez de La Torre, Veracruz, considerado de alta peligrosidad y por el cual incluso las autoridades de aquel estado ofrecen una recompensa de un millón de pesos.
Pese a que la Fiscalía veracruzana logró detener a varios miembros de la banda delictiva que era comandada por el Mamer, este sujeto fue el único que pudo huir de las manos de la justicia.
Fue así como Jalil o Jalit se asentó en territorio poblano, específicamente en El Triángulo Rojo, donde conformó otra célula delictiva, integrada por Juan Antonio N., el Barbas, originario de Tierra Blanca, Veracruz; Cándido N., el Rayo, oriundo de Felipe Ángeles; su lugarteniente, Sergio N, de Caltenco; Perfecto N, el Pepín, de Acatzingo; Sabino N, de Progreso; y, Nato N, también de Progreso. Con ellos, el prófugo de la justicia comenzó a liderar el robo y la distribución de hidrocarburo, secuestros, robos a transporte con mercancía, de vehículos, levantones y asesinatos en Huixcolotla, Acatzingo, Felipe Ángeles, Tecamachalco, Tepeaca, Progreso y Los Reyes de Juárez.