Un grupo de pobladores de la junta auxiliar de Sanctorum, adscrita a Cuautlancingo, que estuvo acompañado del edil auxiliar, Adán Reyes Hernández, exigió a las autoridades de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) la clausura de un pozo que desde el inicio de esta semana comenzó a perforarse en la clandestinidad.
Los inconformes, concentrados en los campos deportivos de la Unidad Habitacional Volkswagen 2, exhibieron la realización de esta obra, que al parecer está a cargo de la empresa privada Agua de Puebla.
Aunque no corroboraron que esta información sea certera, ante la falta de información de la Conagua, afirmaron que el nuevo pozo es una obra que, en Iugar de apoyarlos, los perjudica.
Esto, porque hace 60 años se perforaron tres en esta zona y eso ha “secado” los mantos acuíferos de este municipio.
“Queremos ver de quién es este pozo porque no sabemos y desde el día lunes llegaron las máquinas y al personal le hemos pedido que se presenten los responsables y eso no ha sucedido y estamos aquí reunidos para que se nos diga el porqué van a perforar un pozo sin la autorización de los colonos que somos los dueños de este predio y exigimos saber de quién es y por qué lo van a hacer”, indicaron los vecinos.
Explicaron que en esta unidad habitacional hay mil 400 viviendas y pertenece a Cuautlancingo, sin embargo, piden a las autoridades estatales y federales una respuesta a sus exigencias, principalmente a la Conagua.
“Estamos aquí el pueblo de Sanctorum, sus autoridades y vecinos de la unidad habitacional Volkswagen 2, hace 60 en esta comunidad rascaron tres pozos y ahorita quieren rascar otro clandestino, pero imagínese, nos quieren dejar sin agua y nadie nos da la cara y lo que queremos es que alguien salga (autoridad), porque en Cuautlancingo no saben, en el estatal (gobierno) tampoco y en Conagua menos”, señalaron.
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Los quejosos quienes amagaron con cerrar vialidades para reforzar su demanda, subrayaron que hace un año padecieron del vital líquido y temen que con el nuevo pozo que quieren hacer, sufran el mismo calvario que vivieron.
“No sabemos quién o quiénes están haciendo este pozo, que hasta donde sabemos no tiene permiso”, remataron.