Sin atención de Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) o algún órgano regulador de comercio se encuentran las regiones del estado de Puebla, ante la carencia de módulos u oficinas, por lo que los clientes prefieren ya no presentar quejas; mientras que comerciantes señalan que ellos mismos buscan regularse con la comparación de precios.
Un caso preciso es el municipio de Acatlán de Osorio, en la Mixteca poblana, donde nunca ha existido una oficina de servicios de la Procuraduría y por lo que las personas no tienen este organismo para que puedan denunciar abusos en los precios que se establecen en la región.
Entrevistados en el marco del Día Mundial de los Derechos del Consumidor, los pobladores refieren que se han quejado de los precios que se dan en diferentes productos, pero ante la carencia de una oficina de Profeco nunca pueden denunciar ningún abuso.
De acuerdo con Mercedes Aguilar, quien vive en Acatlán, nunca se ha colocado una oficina de Profeco en el municipio y es por eso que la gente no tiene donde acudir, aunando a que nunca han hecho operativos de supervisión la gente de Profeco en los establecimientos de Acatlán para verificar precios, básculas o que se esté dando el producto correcto.
De acuerdo con Martín Rivera, este tipo de instancias nunca se establecen en Acatlán, y que se concentran en los lugares más grandes, dejando a la Mixteca al último y sin cuidar la economía de las personas que se encuentran en la región.
Dijo que la cultura de la denuncia es nula ante la falta de oficinas de Profeco o de otro organismo que no solo regule precios, sino también que se verifique con el tema de los Derechos Humanos que no hay, o incluso con el tema de justicia de las mujeres.
De acuerdo con los comerciantes, ellos toman de referencia el costo de los productos de acuerdo como los compran o los adquieren para venderlos en sus comercios establecidos en Acatlán. Señalaron que nunca han abusado del precio, debido a que también deben considerar los consumidores el traslado que se hace de un lugar a otro.
Cabe mencionar que mucha mercancía y productos que se venden en Acatlán llegan del tianguis de Moralillo de Tepexi de Rodríguez, de la central de abasto de Puebla o México e incluso de Tepeaca.
PROMESA INCUMPLIDA EN TEHUACÁN
En el caso de Tehuacán, la segunda ciudad con mayor población en el estado, también carece de una oficina de la Procuraduría Federal del Consumidor, por lo que ciudadanos quedan a la indefensión ante posibles abusos del comercio.
La directora de Profeco de la zona Benito Juárez (Oaxaca-Tehuacán), María de Lourdes Santiago Cruz, resaltó la importancia de una oficina para que la población pueda interponer quejas, denuncias o solicitar asesorías sobre los abusos de algunos prestadores de servicios.
Sin embargo, para que este proyecto se pueda concretar en un mediano o largo plazo, consideró que el municipio debería poner el inmueble, mismo que podría estar en el palacio municipal, además de que tendrá que disponer de personas que tendrá que recibir un curso de capacitación.
Refirió que el único avance que se tiene por el momento sobre este tema es una reunión con las autoridades municipales en el mes de noviembre de 2021, por lo que espera que exista disposición para que esta oficina se concrete toda vez que es un beneficio para los tehuacaneros.
TEZIUTLÁN SIN OPERATIVOS DESDE HACE CINCO AÑOS
Otro ejemplo es la ciudad de Teziutlán, en la Sierra Nororiental, donde han transcurrido al menos cinco años desde la última visita que personal de Profeco hizo al municipio, dejando de lado las quejas surgidas entre la población, sobre todo entre las amas de casa, quienes por mucho tiempo se han enfrentado a diversos abusos, sin contar con un área o al menos un número telefónico a donde poder denunciar las situaciones que se presentan en el municipio o la región.
Para María Juárez, dedicada a las labores del hogar, uno de los principales problemas a los que se enfrentan los consumidores, son los fuertes incrementos en el costo del gas LP, que en plena pandemia estuvo incrementando, alcanzado hasta los más de 700 pesos, por un tanque de 20 kilogramos, situación que fue aprovechada por las empresas para incluso despachar menos cantidad por un mayor número de recursos, situación que a pesar de ser denunciada de manera pública, nunca hubo atención por parte de dicha dependencia.
Al respecto, fue Victoria López, Rodríguez, habitante del Fresnillo, quien de la misma forma, expuso que, sin duda fue durante el momento más álgido de la pandemia, cuando comenzaron a escasearse algunos productos, algunos comerciantes decidieron incrementar los costos, lacerando severamente la economía de las familias, que en dicho momento también carecían de trabajo y de ingreso, cuyo llamado también fue hecho a dicha autoridad, para hacer presencia y solucionar el conflicto, lo que nunca ocurrió.
De lo anterior, fue también Leticia Huerta, quien refirió que son muchos los abusos que se cometen en la ciudad por parte de algunos comerciantes, muestra de ello, los establecimientos en los que se expenden la leche Liconsa, cuyos expendedores, obligan a los compradores a adquirir cierta cantidad de dinero en mercancías, que pueden ser abarrotes o verduras a fin de permitirles adquirir el lácteo, el cual, a pesar de ser un apoyo del gobierno federal, también es condicionado.
(Con información de Juan Ambrocio Jiménez y Guillermo Mundo)