No fue el Diablo. Tampoco el tiempo. Menos el mal. A san Miguel Arcángel, para un sector de atlixquenses, al verdadero patrón de este lugar logró vencerlo la fuerza de la naturaleza. Más claro: el temblor del pasado 19 de septiembre.
Y la derrota consistió en algo básico: por primera ocasión después de varias décadas no será venerado en la ermita amarilla construida hace un par de siglos en la punta del cerro del mismo nombre.
La razón es muy sencilla: metros antes de terminar de subir esas cientos de aparentemente interminables escaleras de la colonia Ricardo Treviño, es perceptible el golpe del mazo sobre el cincel. Una cuadrilla de albañiles siguen a tope intentando regresar a la vida a esa pequeña iglesia, la cual ya estaba en cuidado estructural, pero con el sismo entró en terapia intensiva.
“Desde luego respira la casa de san Miguel, pero requiere de tiempo y de mucha fe para aspirar a abrirla de nuevo”, confesó una atlixquense católica responsable de cuidar la figura de ese arcángel con ropa amarilla y roja y de espada larga.
Además de los rezos de las misas magnificados con la bocina capaz de escucharse en prácticamente todo Atlixco, los seguidores de san Miguel extrañarán este año varios sonidos: el repicar inconfundible de la pequeña campana del templo, la voz imperial e imperturbable de Pedro Infante cantándole las mañanitas y los saludos de las familias locales a ese custodio o guardián.
Desde el fin de semana san Miguel Arcángel, a quien hasta Tecuanes irán a bailarle en cinco días, está sentado metros más abajo de su iglesia. En el mirador número 2 del cerro de San Miguel. Frente a la hermosa panorámica del centro de Atlixco. Y junto a san Gabriel y san Rafael.
Para los fieles eso no importa. Allí llevaron flores, mesas, manteles y todo material indispensable para las misas y oraciones por venir. “La idea es seguir adorándolo para cuidarnos mejor”, dice nerviosa su guardaespaldas.
El Diablo no pudo. El tiempo tampoco. El temblor sí. Aunque las decenas de visitantes y su fe no pierden terreno. Y llegan junto a ese enorme árbol de pirul para darle gracias... a pesar de todo.
La misa el día de san Miguel será no en la ermita. Sí en la plazuela de la danza del Atlixcáyotl a las 9 de la noche con 30 mingutos.