Los dirigentes del PRI y Morena en Puebla, Aristóteles Belmont y Néstor Camarillo, respectivamente, declararon que el hecho de que la reforma eléctrica, propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, no haya sido aprobada, beneficia electoralmente a las fuerzas políticas a las que pertenecen rumbo al 2024; mientras que el politólogo Miguel Calderón dijo que ambos bloques perdieron algo pero los más afectados fueron los ciudadanos porque no habrá cambios sustanciales para la industria.
La oposición cavó su propia tumba: Morena
Aristóteles Belmont afirmó que los partidos de oposición -PAN, PRI, PRD y MC- salieron perdiendo al frenar la reforma, porque evidenciaron que están más interesados por defender los intereses de particulares en vez de los de la ciudadanía, así que, a su juicio, “están cavando su propia tumba rumbo al 2024”.
Sostuvo que Morena ha sido un partido abierto al diálogo y prueba de ello es que aceptó varias de las propuestas de la oposición para la reforma eléctrica, en un intento por alcanzar el consenso; no obstante, esto fue en vano porque los partidos de la alianza Va por México incumplieron con su palabra y no dieron su voto a favor a pesar de los ajustes.
“Ellos defienden intereses de sus patrones, no lo vamos a permitir y no vamos a caer en chantajes, no cumplen su palabra y eso fue lo que sucedió, porque los puntos que ellos pedían se incorporaron y faltaron a su palabra porque no tenían voluntad, porque sirven a intereses de particulares como Iberdrola”, acusó.
A su juicio, en Morena hubo capacidad de diálogo suficiente para impulsar la reforma propuesta por el presidente, pero faltó interés por parte de las otras fuerzas políticas para alcanzar acuerdos, ya que privilegiaron el chantaje.
“Yo creo que se hacen los trabajos de cabildeo, de acuerdos, siempre que tengan que ver con beneficiar a la mayoría de los ciudadanos y Morena ha actuado así, ha sido consecuente y aquí no hay cabida de chantajes, si ellos no actúan en consecuencia con lo que prometieron a la ciudadanía jamás vamos a avanzar en estos temas de interés nacional”, dijo.
Para el líder del partido vino tinto, lo ocurrido el pasado domingo sirvió para que la ciudadanía se dé cuenta de que los partidos de la oposición no están cumpliendo con defender los intereses del país y esto le beneficia a Morena, que seguirá evidenciando este tipo de actos en lo que resta del sexenio.
Morena debe aprender la lección: PRI.
Por su parte, el presidente del Revolucionario Institucional en Puebla, Néstor Camarillo, dijo que lo ocurrido en San Lázaro debe dejarle una lección a Morena, ya que por primera vez en muchos años un presidente no logró el consenso necesario para sacar adelante una reforma y porque “nunca, ni en los mejores tiempos del PRI, el partido en el poder había dejado de escuchar a la oposición”.
Camarillo sostuvo que nunca hubo una verdadera disposición para escuchar e incluir las propuestas que los partidos políticos aportaron a la propuesta de reforma del presidente y tampoco se ofrecieron argumentos sólidos para mantener esta postura, por lo que, tal como se auguraba, el proyecto fracasó.
“Las propuestas que habían incluido de la oposición eran en el discurso, no modificaban nada, seguían afectando a las familias, al medio ambiente y desalentando la inversión, se hizo una contrapropuesta de la coalición Va por México y no quisieron escuchar”, acotó.
Calificó como “un hecho histórico” que una reforma, a la que catalogó de “regresiva” no se haya aprobado, porque los partidos de oposición dieron muestra de seriedad y responsabilidad al formar un bloque para frenarla y con ello también evidenciaron que son una alternativa para las próximas elecciones federales.
Incluso, defendió que la alianza Va por México no salió afectada tras votar en contra porque aunque el presidente presume de mantener un alto nivel de popularidad el hecho es que la reciente consulta sobre revocación de mandato evidenció que no existe el suficiente ánimo entre la ciudadanía para respaldarlo en sus propuestas.
“En 2018 (Morena) tuvo 30 millones de votos, en 2022 tuvo 15 millones, perdieron 15 millones de adeptos y ciudadanos que, seguro estoy, están decepcionados porque no cumplieron las expectativas, no cumplieron con combatir lo que prometieron”, agregó.
Camarillo enfatizó que esta propuesta de reforma sirvió para que la oposición se organizara y pusiera como prioridad el bienestar del país, lo que sentará las bases del desempeño de los legisladores para el resto del sexenio y la organización de cara a las elecciones federales.
“En el caso del PRI reconocimos los errores del pasado de los actores políticos que usaron a nuestro partido para beneficio personal, hoy algunos están encarcelados y otros están en Morena, así que el presidente puede insistir en su papel pero si las propuestas o las iniciativas que lleve al pleno siguen llenas de ocurrencias y no le benefician a México, seguro estoy de que habrá una oposición fuerte que las podrá detener”, concluyó.
Perdieron los ciudadanos: especialista de la IBERO.
Para el politólogo de la Universidad Iberoamericana, Miguel Calderón, independiente de cuál fuerza política haya resultado más favorecida con el rechazo a la reforma, el verdadero asunto de fondo es que la más perjudicada fue la ciudadanía porque probablemente el sexenio concluirá sin modificaciones de fondo a la industria eléctrica.
Explicó que aunque el presidente encomiende al próximo candidato de Morena a la presidencia que siga impulsando la reforma, el hecho es que tendrán que pasar al menos tres años para que el asunto vuelva a ser puesto sobre la mesa, lo que implica tiempo perdido en la mejora del sector.
Añadió que aunque el titular del Ejecutivo impulse la nacionalización del litio para “blindar” los recursos de la nación, el hecho es que esto tampoco ofrece suficiente certidumbre para el país, porque seguramente vendrán una serie de amparos que deberán resolver los tribunales.
Calderón sostuvo que la oposición puede presumir que ganó al frenar la reforma del presidente; sin embargo, lo hizo a costa de un deterioro en su imagen pública porque ante los ojos de muchos mexicanos traicionó los intereses de la patria.
“Muchos de los actores de oposición ayudan a la construcción de esa imagen con sus discursos, con la posición que defienden, entonces, se está construyendo en el imaginario social la idea de una oposición que defiende el capital extranjero frente a un gobierno que quiere defender los intereses de México, las dos cosas no son ciertas por completo, pero en el discurso si se han generado estos dos bloques”, acotó.
En tanto que, en el caso del gobierno, explicó que si bien salió perdiendo al ver frustrada la reforma, el hecho es que ganó al poder capitalizar el discurso de la oposición a su favor no sólo para las próximas elecciones, sino para futuras propuestas de iniciativas o reformas.
“Es un triunfo de la oposición porque logran mantenerse unidos, hacer un frente común y parar una iniciativa importante del Ejecutivo, aunque pierden al hacerlo ganándose una imagen como defensores de intereses de particulares. El gobierno pierde porque no pasan la reforma pero ganan porque el tema se queda en el aire y en términos de imagen logran darle un golpe muy fuerte a los opositores”, reflexionó.
Para el politólogo, al partido en el poder le faltó capacidad de diálogo y negociación, mientras que a la alianza Va por México le hizo falta voluntad para generar acuerdos, de tal manera que lo único rescatable del proceso fue que por primera vez el país observó una verdadera división de poderes.
“Hay que reconocer que hoy vivimos en una estructura democrática muy distinta a lo que vivíamos en tiempos del priismo, cuando lo que el presidente ordenaba tanto el Congreso y el Poder Judicial lo acataban sin más, hoy no fue así”, concluyó.
