Generó sismo de Guerrero más daños en edificios afectados por el 19-S

Eduardo Ismael Hernández, investigador de la Facultad de Ingeniería Civil de la UPAEP explicó que el sismo de ayer fue superficial y provocado por una falla inversa

Mayra Flores | El Sol de Puebla

  · miércoles 8 de septiembre de 2021

Foto ilustrativa

El sismo de 7.1 grados que ocurrió ayer a las 8:47 de la noche generó mayores riesgos de colapso en los edificios que fueron afectados por los movimientos telúricos de septiembre 2017 y no han sido reparados, dijo Eduardo Ismael Hernández, investigador de la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).

“Este temblor solo generó un nivel de daño mayor, es probable que aunque la intensidad fue baja, pero el movimiento experimentado por esos edificios dañados, que no han sido rehabilitados, pues lo único que pasó es que se incrementó el nivel de daño”, dijo en conferencia de prensa.

Por su parte, el Doctor Hugo Ferrer Toledo, investigador en la misma Facultad y visitante de la Oklahoma Statistics University, dijo que no hay una zona en específico de la ciudad que sea más vulnerable ante los sismos, ya que son diversos factores los que se deben tomar en cuenta, como son las características del suelo y de las construcciones.

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Explicó que regularmente el Centro Histórico ha sido el más perjudicado durante los sismos, por la antigüedad de los edificios, sin embargo hay otras zonas de la ciudad que no están tan estudiadas y tienen condiciones de suelo con ciertas vulnerabilidades.

“En general, digamos que en condiciones de suelo blando, la zona de la China Poblana, de San Alejandro y toda esa parte tiene arcillas que se pueden deformar fácilmente y que son eficientes para amplificar el movimiento, no tan grave como la Ciudad de México, pero eso no quiere decir que estén en peligro porque las construcciones, hay muchas de ellas que se han diseñado con muchos códigos recientes y por lo tanto son más eficientes para resistir y soportar este tipo de eventos catastróficos”.

Ambos investigadores coincidieron en que la entidad no estará lo suficientemente preparada ante un movimiento telúrico, hasta que la ciudadanía sepa cómo actuar correctamente cuando estos se presenten y tenga la certeza de que está en un ambiente seguro, diseñado para soportar la sismicidad.

“Necesitamos saber más sobre el tema, conocer como se mueven los suelos de las ciudades (…) necesitamos saber en términos generales qué características tienen las construcciones, si cumplen o no con algún requerimiento normativo, se requiere invertir recursos de manera seria para ver el nivel de riesgo real que pudieran tener las ciudades, conocer el nivel de riesgo permite tomar mejores decisiones”, dijo Ismael Hernández.

Diferencias entre los sismos

Cuestionados sobre si el sismo de ayer tiene alguna relación con el que ocurrió el 7 de septiembre de 2017, ambos investigadores señalaron que no hay movimientos idénticos y tampoco se puede saber si volverá a haber una coincidencia como esta.

Incluso, explicaron que el sismo de ayer fue superficial y provocado por una falla inversa, es decir por la compresión de las placas tectónicas, mientras que los dos ocurridos en septiembre de 2017 fueron de fallamiento normal y profundidad intermedia.

Además, Ismael Hernández indicó que el de hace cuatro años fue a 650 km de distancia y el de ayer tuvo epicentro a 11 kilómetros al suroeste de Acapulco, sin embargo la ciudadanía tuvo una percepción similar porque en cuestión de sismos “duran más los que vienen de más lejos”.