Erika Marisol Hevia Reyes dirige Mestizos Sin Fronteras, un albergue que rescata y brinda cuidados a perros que fueron abandonados o que fueron violentados en Puebla capital. En poco más de tres años de funcionamiento, ha brindado una segunda oportunidad a más de 500 caninos.
Gracias a años de esfuerzo, Erika compró un terreno al sur de la capital poblana, y con el apoyo de su familia, lo adaptó para proteger caninos. Pese a que el espacio es amplio, la constante llegada de animales representa la imposibilidad de no poder cuidar de todos. Todo esto lo hace por iniciativa propia y los recursos que emplea son producto de su salario.
En su opinión, la permanente llegada de perros representa el constante abuso y violencia que enfrentan estos seres. De forma general, los reportes que atiende son por desnutrición, hacinamiento, golpes, quemaduras y hasta heridas provocadas. En gran medida, el confinamiento por Covid-19 acrecentó esta incidencia, indica la activista en entrevista con El Sol de Puebla.
Como forma de ampliar el alcance de sus acciones, se alió con otra organización animalista en Canadá. Mediante esta colaboración, los caninos rescatados son enviados a una familia en ese país, la cual se compromete a resguardar y brindar cariño al animal. Al respecto, Erika sostiene los gastos de transportación del animal, así como los cuidados médicos y estéticos, pues refiere que la inversión es ver que un perro que sufrió maltrato puede tener una mejor vida.