Un hecho histórico quedó marcado en las miles de personas que acudieron al Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) para observar el eclipse parcial de Sol. La curiosidad de si este fenómeno natural sería capaz de oscurecer ligeramente el territorio poblano, motivó la llegada de personas de todas las edades a esta sede.
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“En 1991 me tocó verlo cuando era joven, ahora vengo con mi hijo y mis nietos. Aunque ya no es un eclipse total, tenemos mucha curiosidad de cómo se va a ver el día con este eclipse” narra Eduardo Enaine, una de las tantas personas que se dio cita en esta sede de divulgación científica, ubicada en Santa María Tonantzintla, y que formó parte de las 45 sedes de observación en el estado.
“¿Oscurecerá o no?”, era la pregunta frecuente entre el público antes de que empezara este fenómeno natural. La expectativa aumentaba conforme pasaban los minutos y se acercaban las 10:56 horas, momento en el que daría inicio este eclipse desde Puebla.
Para evitar que la población presentara daños en la vista o viera directamente el Sol durante este fenómeno, especialistas de esta institución instalaron telescopios y visores con filtros solares en donde, gratuitamente, el público pudo observar el eclipse.
Cada uno de los asistentes tomó un lugar para no perder ningún detalle, tanto en el tendedero de visores que fueron colocados en diferentes partes del INAOE, como en los telescopios que habían sido colocados desde temprana hora en los jardines de esta sede.
Y al fin inició. El eclipse arrancó y con ello la emoción del público. Si bien no oscureció, una ligera neblina cubrió el territorio poblano y disminuyó brevemente el calor que se sentía en la zona.
Una hora y minutos más tarde el eclipse alcanzó su punto máximo, a las 12:15 horas. En ese momento, cada persona ya tenía listas sus herramientas para vivir esta experiencia.
“Es increíble, no sabemos si volveremos a vivir lo suficiente para vivir un fenómeno de esta magnitud, pero de lo que sí tenemos certeza es que estamos hoy aquí viendo este eclipse, algo que pocas personas puede vivir al menos una o dos veces en toda su existencial”, compartió Fernando Rocha, otro de los asistentes.
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Al sitio también arribaron grupos de estudiantes de escuelas públicas y privadas de Puebla, de todos los niveles académicos, que fueron recibidos por la comunidad académica del INAOE y tuvieron la oportunidad de conocer de cerca todo lo que este centro ofrece.
