A partir de este 1 de enero, el salario mínimo de lostrabajadores del país aumentó siete pesos, es decir, un 9.5 porciento. Este dinero, que no alcanza ni para pagar un traslado en elsistema RUTA, deberá servir para sopesar aumentos de las tarifaseléctricas (de hasta un 6.8 por ciento), de los alimentos de lacanasta básica (que podrían llegar a un 30 por ciento), y de unmega gasolinazo (con incrementos de hasta el 20 por ciento).
A la par de estos incrementos, se esperan escaladas en costosdel gas LP por la liberación de costos; en tarifas deltransporte público y al traslado de mercancías, incrementos a laverificación, a la televisión por cable, a los servicios derenta, al valor de la construcción, a los pasaportes y –a nivellocal- se verán aumentos al servicio de limpia y cobros aatractivos turísticos.
Todo lo anterior sin tomar en cuenta posibles aumentos aproductos y servicios de importación por el efecto de la llegadade Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, como hanadelantado algunos analistas.
Durante 2016 el salario mínimo era de 73.04 pesos y ahora lacifra será de 80.04 pesos, por lo que los trabajadores quepercibirán apenas esta cantidad diaria, deberán hacer unadistribución celosa para sus alimentos, vivienda, transportes,pago de impuestos y manutención de sus familias.
Aunque en todos los niveles de gobierno, las autoridadesmáximas se han encargado de pregonar que no habrá nuevosimpuestos para este año que inicia, la Secretaría de Hacienda yCrédito Público (SHCP) anunció que debido a la liberación delmercado de los combustibles –integración de empresastrasnacionales a la competencia en el sector energético- lagasolina Magna aumentará hasta un 14.2 por ciento, la Premium un20.1 por ciento y el diésel un 16.5 por ciento, respecto a loscostos del último mes de 2016.
Lo anterior significa que el litro de gasolina llegará hastalos 18.40 pesos (tipo Premium) en algunos estados. Incluso,municipios de Puebla como Chignahuapan, Cuetzalan del Progreso,Palmar de Bravo y Quecholac, podrían alcanzar el máximo el costode combustibles a nivel nacional.
Dentro de los incrementos que diversos organismos especializadoshan advertido que habrá, es un 20 por ciento a los precios de losfletes y del transporte público; de un ocho al 30 por ciento enlos productos de la canasta básica; 3.8 por ciento en aumento altransporte; mientras las tarifas de la Comisión Federal deElectricidad (CFE) aumentarán hasta el cinco por ciento para elsector industrial, los comercios hasta el siete por ciento y latarifa doméstica de alto consumo hasta un 6.8 por ciento.
VENTAJAS ECONÓMICAS PARA INICIAR ELAÑO
El pasado octubre, los legisladores aprobaron la incorporaciónde incentivos fiscales para investigación y tecnología, concréditos fiscales de un 30 por ciento; también habrá cero porciento de IVA en la exportación de servicios de tecnologías de lainformación.
Uno de los estímulos para los mexicanos será un créditofiscal del 30 por ciento para la instalación de estaciones fijasde recarga para vehículos eléctricos en espacios públicos y unadeducción de hasta 250 mil pesos en la compra de autos.
A propósito, los autos eléctricos e híbridos, quedaránexentos de gravamen en la enajenación e importación definitiva. Ala par, se contempla deducción de impuesto del 25 por ciento paraquienes compren bicicletas y motocicletas.
Dentro de la miscelánea fiscal aprobada para este año queinicia, habrá un crédito fiscal de hasta un 10 por ciento parainversiones en el sector deportivo.
Aunque los empresarios lo habían solicitado, no habrádeducciones en pago de colegiaturas para nivel superior (depersonas físicas).
