La creciente ola de asaltos en contra de los piperos poblanos yla poca respuesta de las autoridades para recuperar los vehículosque son robados por huachicoleros, han obligado a los choferes yempresarios dedicados al negocio de agua potable a invertir hasta 9mil pesos anuales para la instalación de un sistema de geolocalización (GPS), que les permita ubicar la unidad cuando eshurtada por los delincuentes.
Esta inversión es parte del golpe económico que padecen lospiperos poblanos desde que creció el robo de sus vehículos en lacapital poblana, derivado del robo de hidrocarburo que se disparóen los municipios del Triángulo Rojo durante los últimos cuatroaños.
No todos los dueños de pipas tienen la posibilidad económicapara invertir en este sistema de seguridad, mientras que otros seresisten a implementarlo, pues aunque facilita la ubicación delvehículo robado, la recuperación del mismo implica una inversiónadicional de entre 40 mil y 60 mil pesos para sacarlo delcorralón.
De acuerdo con uno de los empresarios piperos, quien evitórevelar su nombre por miedo a represalias, la instalación del GPSen cada unidad puede ser de hasta 4 mil pesos, que se suma a unpago mensual de 400 pesos por el servicio que contratan a unaempresa privada para su operación, lo que resulta una inversióntotal de 8 mil 800 pesos el primer año. “Todavía en eso tenemos queestar pagando una renta mensual, un costo. Hasta 4 mil pesos elcosto del radar y 400 pesos mensuales por el servicio, por cadavehículo. A muchos les ha costado entenderlo y otros por la mismasituación económica no lo han puesto”, comentó en entrevistacon El Sol de Puebla.
Este servicio de geo localización permite al dueño conocer laubicación exacta del vehículo en tiempo real, además de quetiene la función de apagar el motor vía remota para evitar quelos delincuentes se den a la fuga.
Son varios los factores que han llevado a los choferes yempresarios a invertir en estos sistemas de seguridad con recursospropios, pues pocos son los vehículos que llega a recuperar lapolicía, y en caso de hacerlo, tienen que pagar hasta la terceraparte del costo de vehículo para poder sacarlo del corralón adonde es trasladado.
Sin embargo, el factor principal es el robo de hidrocarburo,pues de acuerdo con José Juan Reyes Sánchez, pipero de la ChinaPoblana, suman entre 200 y 300 pipas las que se han robado durantelos últimos cinco años, pues afirmó que en los últimos 15 díasson por lo menos cuatro los vehículos sustraídos por losdelincuentes. “Es elproblema al que ahorita nos estamos enfrentando y no somos losúnicos, en total van unas 200 ó 300 pipas las que se han robado acausa del combustible que se han robado en los ductos. Se hanencontrado pipas que han robado y se las llevan para acarrear elcombustible, hemos tenido que rastrear las pipas y andarlasbuscando”. Su hijo, José Juan Reyes,quien desde hace ocho años también se dedica al negocio familiar,agregó que además de sortear a la delincuencia, los piperostienen que lidiar con los elementos de Tránsito Municipal, loscuales restringen su actividad en el Centro Histórico y llegan aimponer multas que pueden ser de entre 20 mil y hasta 30 milpesos.
PIDEN PORTACIÓN DE ARMASPARA DEFENDERSE
La desesperación ante el crecimiento del robo de pipas y lanula reacción de las autoridades para erradicar el problema, hallevado a algunos piperos a proponer la portación de armas defuego como instrumentos de autodefensa, por lo que no descartaronsolicitar los permisos de portación a las autoridades.
Así lo expuso uno de los piperos de la central Tepeyac, ubicadaatrás del mercado Ignacio Zaragoza, quien bajo la gracia delanonimato planteó la posibilidad de solicitar los permisos para laportación de armas de fuego.
“Yo les digo a los compañeros que hay que ampararnos paraponernos armas, andar armados, que nos den permiso. No va a haberde otra, si el gobierno no actúa como debe de actuar, vamos aactuar nosotros porque yo no voy a dejar que me asalten, le vamos aechar ganas y a ver si nos dan chance de portar armas”.
Comentó que de los piperos del Tepeyac, por lo menos dos hansido asaltados recientemente con el mismo modus operandi, en el quehablan para pedir un servicio y en el camino los interceptan conarmas largas para después golpearlos y abandonarlos en terrenosbaldíos.
A LA BAJA GANANCIAS DE LOSPIPEROS
La inversión en seguridad, así como el aumento en los insumosque ocupan para poder trabajar ha provocado que las ganancias delos piperos disminuya a comparación de años anteriores, puesahora en cada viaje ganan menos de la mitad de lo queinvierten.
El precio promedio de una pipa de 10 mil litros es de entre 400y 500 pesos, de los cuales 180 son para suministrarse de aguapotable, 50 pesos para pagar al chofer por cada viaje, además deentre 300 y 500 pesos diarios de combustible, lo que les deja unaganancia aproximada de entre 150 y 200 pesos por cada viaje.“Es poco lo que nosqueda, porque luego dicen que se hinchan de dinero los piperos y esmentira. Que compren un carro y que se pongan a trabajar”,comentó un pipero de la central deTepeyac.
Agregó que la crisis de inseguridad ha provocado que noatiendan todos los servicios que les solicitan por miedo a serasaltados y se limiten a suministrar a la clientela que ya tienenfija, lo que se refleja en una disminución en sus ingresos.
“Ya no vamos fácil, ya tenemos algo de temor y trabajamos conpura clientela. Si aquí llegan y me piden un viaje, no lo hago. Laotra vez me pedían uno para Quecholac, yo qué voy a hacer allási allá está la mata de rateros y huachicoleros, y las quierenpara la gasolina”.
Las jornadas de los piperos puede iniciar desde las tres de lamañana y terminar hasta las ocho de la noche, aunque algunos hanoptado por trabajar solo cuando hay luz de día para evitarriesgos.
