Ropa, pantallas, celulares y equipos de cómputo son losproductos más demandados durante El Buen Fin. Aunque laspromociones son atractivas, comprar por impulso, apostar por elcrédito y dejarse llevar por las mensualidades sin interesespueden quebrar los bolsillos de los poblanos, advirtió MarcosGutiérrez Barrón, catedrático de la Facultad de Economía de laUniversidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).
Los días 18, 19, 20 y 21 de noviembre pueden convertirse en unapesadilla para la economía doméstica. Las ofertas del que presumeser el fin de semana más barato del año sólo benefician alconsumidor si y sólo si, advirtió ayer el académico en rueda deprensa, este planifica las compras.
Un 39 por ciento de los mexicanos optó el año pasado, segúnlas estimaciones recabadas por Gutiérrez Barrón, por aprovecharEl Buen Fin para comprar ropa y accesorios; un 21 por cientoencontró en las promociones una excusa perfecta para adquirir unanueva pantalla; un 12 por ciento renovó su celular y un 11 porciento se llevó a casa un equipo de cómputo.
PODRÍAN ARTÍCULOS DE ELECTRÓNICA INCREMENTAR SUPRECIO
Sólo la ropa permanece este año a salvo de incrementos decosto. Los artículos que contengan dispositivos electrónicos,procedentes prácticamente en su totalidad de otros países,sufrirán la depreciación del peso frente al dólar y, enconsecuencia, un posible aumento en su precio de hasta “7 porciento”.
Esta subida podría ser paliada, sin embargo, por los descuentosde El Buen Fin. “De estos aumentos –en total un 21 porciento– alrededor de un tercio lo tendrá que asumir elconsumidor”, señaló el catedrático de la Facultad de Economíade la UPAEP.
A los comercios sí les sale a cuenta El Buen Fin. El añopasado las ganancias de los negocios poblanos subieron, indicó, un“10 por ciento” en comparación con 2014. “Representó unempuje al consumo y el consumo es algo que ha venido sosteniendo laeconomía, una de las variables que permite el crecimientoeconómico”, afirmó.