Aunque aún no hay una fecha exacta para el inicio de actividades religiosas, el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa dijo que la reanudación de los eventos presenciales se llevará a cabo de manera prudente, gradual, ordenada y de acuerdo a lo que dicten las autoridades sanitarias correspondientes, por lo que la Arquidiócesis presentó parte de las estrategias para la reapertura de las iglesias.
Mediante un video, el líder de la grey católica en Puebla indicó que la Vicaría de Pastoral, a través de las diversas comisiones, hará llegar a cada una de las iglesias las indicaciones generales y particulares a seguir, entre las que destaca el estar atentos a las indicaciones de acuerdo al cambio del semáforo epidemiológico y la suspensión de toda actividad que implique aglomeración de personas (como peregrinaciones y procesiones) mientras dure la contingencia sanitaria.
A manera de decálogo, el Arzobispo compartió el mensaje a la comunidad religiosa en el que precisó los siguientes puntos:
1. Por medio de los Vicarios Episcopales Territoriales se dará a conocer la fecha precisa en la que se reabrirán Iglesias.
2. La reanudación de actividades presenciales será de manera prudente, gradual y ordenada, y estarán atentos al comportamiento de la crisis sanitaria que se estará reflejando en el semáforo epidemiológico.
3. Observarán el porcentaje de asistencia de fieles, de acuerdo a las disposiciones para cada etapa de incorporación a la “nueva normalidad”.
4. Vicarios deberán mantener informados a los fieles sobre las indicaciones de cuidado que las autoridades sanitarias emiten, así como motivarlos en su acatamiento y facilitar lo necesario para hacerlo.
5. Definirán indicaciones o procedimientos específicos que se deben cumplir en cada uno de los espacios pastorales, en cumplimiento de las disposiciones sanitarias con el apoyo de un equipo de fieles destinado a este fin.
6. Considerar los espacios al aire libre de los cuales disponen como lugares celebrativos de mayor amplitud, tales como capillas abiertas y atrios.
7. Mientras dure el tiempo de la contingencia sanitaria se mantiene la dispensa de la obligación de asistir a la celebración Eucarística dominical, por lo que podrán participar a través de medios digitales.
8. Los presbíteros que por edad o por problemas de salud se reconozcan vulnerables y se sientan incapacitados para presidir la Eucaristía definirán con sus decanos la manera de no dejar a sus comunidades sin la celebración Eucarística, particularmente la misa dominical.
9. Las iglesias estarán atentas a las indicaciones que emitirá la Arquidiócesis por medio de la Vicaría de Pastoral procurando su cuidadoso cumplimiento, de manera especial lo que se refiere a la celebración de ceremonias y de los demás sacramentos.
10. Mientras dure la contingencia sanitaria queda suspendida toda actividad que implique aglomeración de personas, tales como las peregrinaciones y las procesiones dentro y fuera de las Iglesias, ya que no se puede garantizar el cumplimiento de las indicaciones preventivas.