"Mi papá fue muy valiente al darle vida a otras personas": hija de donador de órganos

Aranza recuerda a su padre como  un hombre amoroso y preocupado por su familia

Maricarmen Hernández

  · jueves 26 de septiembre de 2019

Aranza de la Sierra recuerda a su padre como un héroe de vida que ayudó a mejorar la salud de otras personas mediante la donación de sus órganos, y a pesar de que ella ya no puede estar junto a él para abrazarlo, celebra el hecho de que otras familias hayan tenido una segunda oportunidad de ver con vida a sus seres queridos.

"Siempre fue un padre amoroso y preocupado por su familia. Mi papá fue muy valiente al darle vida a otras personas y gracias a él, otros pacientes pudieron tener una mejor calidad de vida, están con sus familias y pueden compartir grandes momentos", compartió Aranza con especial sentimiento con El Sol de Puebla.

Su padre, el señor Carlos de la Sierra Patiño, padecía insuficiencia renal y aunque la familia esperó con paciencia el poder recibir un riñón, este nunca llegó; a pesar de ello, el corazón de la familia se llenó de nobleza para compartir felicidad a otras personas.

"Era una decisión que habíamos platicado antes. Él dijo que si uno de sus órganos funcionaba cuando él faltara que se tomara para ayudar a alguien más", recordó su esposa María Marcial, quien recibió un reconocimiento por parte del IMSS Puebla por sumarse a este gesto de bondad.

Mamá e hija, coincidieron en que la donación es un acto muy importante al que más personas deberían sumarse.

"No te va a servir de nada si te lo llevas a la tumba, el órgano se va a echar a perder y hay personas que están esperando esa oportunidad de poder volver a vivir, mi esposo sufría de insuficiencia renal, estoy segura que él estaría acá si hubiera recibido un riñón, pero desgraciadamente no fue posible”, comentó la esposa.

Una historia similar fue la que vivió la señora Griselda Martínez López junto con su esposo José Ever Muñoz, quien, durante 12 años, estuvo en espera de un riñón para él, sin embargo, ante la falta de donantes no logró recibir el órgano que recitaba.

La salud del señor Muñoz fue empeorando hasta que perdió la vida. Aún, con todo y su tristeza, la familia decidió darle una oportunidad a unos pacientes que requerían de una córnea para recuperar la vista.

“Nos sentíamos muy tristes y al principio no lo aceptamos (el ser donadores), pero luego analizamos la situación, recapacitamos y dijimos que sí”, comentó la señora Martínez.

Justo este 26 de septiembre, se cumplen 7 meses desde que su esposo ya no está con ella ni su familia, sin embargo, considera que es un buen momento para compartir un mensaje con la población para que se sumen a este acto de amor y nobleza con el que se pueden salvar más vidas.