Tras la nueva normalidad en Puebla los negocios han sufrido pérdidas económicas y las librerías no son la excepción, pues de recibir alrededor de 100 personas al día ahora solo entran 20, no obstante de ellas, 10 son padres de familia que buscan precios bajos, pero solo una es quien compra un libro, asegura Rosaura Gutiérrez, gerente de Plaza del Libro-Editorial Trillas.
Y es que a pesar de que sea un nuevo ciclo escolar, las ventas en comparación con el año pasado bajaron hasta un 90%, pues los padres de familia buscan escatimar en gastos, por lo que al llegar a la tienda preguntan por guías o cuentos con precios accesibles, ya que no pueden darse el lujo de gastar 350 pesos en un libro “que tal vez” no es tan necesario para su hijo.
“Si nos pega a nosotros muchísimo que no haya clases presenciales, porque vendemos libros para escuelas, entonces sí, las ventas no han sido como en años anteriores” aseveró.
Aun y cuando la librería ha puesto en promoción algunos libros que van desde los 5 pesos, la gente no entra al lugar y mucho menos compra algo, por lo que la preocupación por recuperar las ventas de antes sigue muy latente.
Luego de que la librería estuvo cerrada por tres meses, se tomaron las medidas sanitarias para poder reabrir el lugar, pues al entrar se toma la temperatura, han puesto un tapete sanitizante y un dispensador de gel para los clientes. Para reforzar la higiene, luego de que las personas toman un libro no se devuelve al stand hasta que los empleados los limpien con un desinfectante.
Asimismo, en la entrada principal está colocado el código QR emitido por las autoridades, así como el número de personas permitidas en el establecimiento, con el objetivo de que el lugar funcione conforme a los decretos emitidos por el gobierno del estado.
VIVE CON SENTIMIENTO DE ALERTA
Rosaura comenta que vive con su mamá quien es una persona de la tercera edad, por lo que el hecho de regresar a las principales calles de la ciudad si bien no le causa angustia, sí le genera un sentimiento de estar alerta, pues opta por llevar a cabo de manera correcta las medidas sanitarias.
Con uso de cubrebocas, careta y sanitizante busca evitar contagiarse de coronavirus y sobre todo no llevar el virus a casa, pues su madre se encuentra dentro del sector vulnerable. Además al llegar a casa se cambia de ropa y se sanitiza de pies a cabeza con el mismo fin.
No puede darse el lujo de continuar en confinamiento, pues ella es el único sustento de su madre, por eso cruza la ciudad, para poder llegar a su trabajo y llevar ingresos a su familia.