Los taxis ejecutivos están obligados a brindar medidas de seguridad para sus pasajeros, pero hoy en día, no todos están regulados, así lo consideró el gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta, quien mencionó que dentro de los ajustes que quiere hacer en este gremio está mejorar la seguridad y las tarifas.
En su habitual conferencia matutina, el mandatario fue cuestionado por el caso de Liliana Lozada de Jesús quien desapareció después de pedir un vehículo de este tipo y hasta el momento, no se sabe su paradero.
Ante este contexto, Barbosa Huerta, respondió que todas las plataformas como Uber, Cabify y DiDi, están obligadas a tener medidas de seguridad para sus usuarios y también deben de contar con un registro de todos los pasajeros, aunque no venga estipulado en la Ley de Transporte. No obstante, cree que no todos cuentan con estos requisitos y evaden sus responsabilidades.
“Viven en la desregulación total y así se asumen ellos, que pueden estar en la desregulación. Nosotros vamos a meternos a la regulación de todas estas actividades. A mí no me interesa quedar bien con ninguno de ellos porque ofrecen un servicio a la gente y este servicio debe de tener todas las condiciones de seguridad, de precio justo y de todo”, comentó.
El gobernador dijo que no quiere satanizar este servicio de taxis ya que son útiles para los poblanos y es una forma de transportarse que está instalada en todo el mundo. Sin embargo, cree que aún falta mucha regulación para que sea un mejor servicio, incluyendo la regulación de tarifas y que no ocurra lo de diciembre del 2021 cuando los costos elevaron hasta el triple.
“Yo no estoy diciendo que ellos tengan responsabilidad en la desaparición de la muchacha, eso le tocará a la Fiscalía General del Estado (FGE) definirlo, yo he estado en contacto con el fiscal (…) y en el caso de esta joven estoy pendiente del curso de las investigaciones y las cosas van caminando para saber todo. Es lo que puedo decir de momento porque requiere secrecía”, concluyó.
Liliana fue vista por última vez el 3 de enero cuando salió de su domicilio en Bosques de San Sebastián para abordar un servicio de taxi ejecutivo que la llevaría a Atlixco, a donde trabajaría como modelo. En un principio, los familiares dijeron que se trataba de un Uber, pero la empresa aseguró que en sus registros no había evidencia de que ella hubiera abordado una de sus unidades.
Posteriormente la familia confirmó que se trató de un DiDi y la empresa respondió que ella concluyó su viaje sin inconvenientes en el destino que solicitó, pero que iban a colaborar con las autoridades.