Dos por ciento de los poblanos está diagnosticado con glaucomacrónico, que se trata de la segunda causa de ceguera en el mundo,aunque de acuerdo con Jorge Gutiérrez, oftalmólogo del Hospitalde Especialidades San José, hasta el 50 por ciento de quien cursaesta patología podría no saberlo.
A propósito del Día Mundial del Glaucoma, que se conmemoraeste 12 de marzo, el especialista explicó que este padecimiento sedivide en dos tipos: agudo y crónico, siendo más frecuente elsegundo, debido a que es una condición que evoluciona con laedad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) expuso en su páginade Internet que más de 4.5 millones de personas a nivel mundialpadece esta enfermedad y se estima que para 2020 haya 11 millonesde pacientes con glaucoma.
Por lo anterior se asignó este día para llamar la atención delas personas sobre el padecimiento dado que se trata de unaenfermedad progresiva y es necesario detectarla de maneraoportuna.
El especialista, también responsable del programa de trasplantede córnea en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) enPuebla refirió que hasta el 50 por ciento de las personas quetiene glaucoma puede no estar diagnosticado y pasaría entre cincoy 12 años sin saberlo.
Lo anterior, expuso, puede causar daños importantes en elpaciente, pues al no ser diagnosticado de manera oportuna elpadecimiento se sigue desarrollando y en el caso de glaucomacrónico, afecta con mayor frecuencia a personas mayores de 40años de edad.
En el caso de los niños se asocia con accidentes pero no es muycomún. De la misma forma explicó que el glaucoma se trata de unaalteración del nervio óptico debido a que la presión del ojopierde control.
“Hay varias causas, lo más común es que sea por alteracionesen el líquido interno del ojo pues la misma cantidad que seproduce debe drenarse en otra región, cuando el equilibrio sepierde aumenta la presión y entonces se desarrolla el problema”,dijo.
Señaló que la gente que tiene un familiar directo conglaucoma, tiene más riesgo de desarrollarlo, por lo que estapersona debe iniciar las revisiones desde los 30 años, no solopara checar el estado de su vista, sino para descartar elpadecimiento.
Asimismo, comentó que en las primeras etapas el padecimientopodría no dar síntomas y aunque no tiene cura, se puede controlarbrindando al paciente una calidad de vida adecuada.
“Si al paciente lo encontramos ya en una etapa final podemosevitar la ceguera, pero ya no podemos revertir el daño que tiene,a lo mejor el paciente va a seguir viendo muy mal, pero con untratamiento adecuado se puede evitar que ese paciente continúehasta la ceguera”, concluyó.