Patricia Rivas Taboada es la mujer del Café Stieglitz que en la pasada marcha del 8 de marzo se convirtió en una aliada de las feministas, pues ofreció servicios gratuitos en este lugar y botellas de agua para las mujeres que marcharon desde la Fiscalía hasta el Congreso. Para ella, las chicas que se movilizaron son un punto clave para que las niñas puedan ser libres en el futuro, por eso las respaldó.
La señora Paty Brand (como le dicen en Alemania), es una poblana que también se manifestó cuando fue estudiante en la Universidad Autónoma de Puebla (UAP) y una mexicana que lamentó los feminicidios, así como la violencia que viven las mujeres en el país. Por tanto, aplaude todas las marchas que hay en el Centro Histórico y sale con su bandera del país en color negro como símbolo de protesta. Cree que estas marchas promueven y defienden los derechos de las personas.
“Nací aquí en Puebla, el 14 de junio 1948. Fui profesora de ballet clásico, tuve una escuela por 25 años y por este motivo fui muchas veces a Cuba, en donde conocí a un profesor alemán, luego me casé con él y desde entonces vivo en Alemania, pero vengo seguido a Puebla porque este es mi hogar. Tengo tres hijos, dos mujeres casadas que vive en Puebla y el hombre en la Ciudad de México, mientras que mi esposo y yo seguimos en Alemania”, compartió.
Aunque ya vive de manera fija en Alemania, regresa una vez al año a Puebla y se queda algunos meses porque hace muchos años su esposo le compró una casona ubicada en la Avenida Juan de Palafox y Mendoza. Este lugar, es su segunda casa y en donde han podido presenciar marchas históricas como la de marzo del 2020 cuando estudiantes se inconformaron por la violencia y la inseguridad pública.
En esta casona, ahora está ubicada la cafetería Stieglitz. Su hijo es el dueño del negocio, y ella es dueña de la casa. La idea surgió como un emprendimiento para tener un rincón alemán en el municipio de Puebla y su nombre es un apellido alemán que les gusta por su historia judía.
La cafetería Stieglitz está en el corazón del centro de Puebla y gracias a su ubicación, la señora Patricia puede presenciar cada movilización que hay, como la que hubo el pasado 8 de marzo por el Día Internacional de la Mujer. Al preguntarle qué sintió cuando las feministas que pasaban le aplaudían por brindarles apoyo y que la consideraron como una aliada, respondió lo siguiente:
“A mí me encantó ese detalle, que me consideraran como una aliada. Se los agradezco, me siento parte de ellas y me gustaría apoyarlas con el alma. Quisiera poder hacer algo más, por eso le pido a los gobiernos que ayudemos a la juventud, a estas chicas, porque todas las que se manifestaron ya fueron valientes al salir a las calles y ellas son el futuro de nuestro país”, agregó.
En este punto, pidió a los grupos feministas que se acercan a ella y que si puede colaborar de alguna forma se lo hagan saber. Incluso dijo que en Alemania, tiene una casa en donde puede recibir a algunas mujeres que quieran hacer un intercambio cultural y fortalecer sus estudios de género. “Sólo puedo apoyar con comida y alojamiento, pero me gustaría hacer algo más”, compartió.
Patricia ama Puebla y por ello, entristece cada vez que se entera de algún feminicidio o algún caso en donde una mujer es violentada. En su opinión, todo esto se puede mejorar si se fortalece la educación y si se trabaja con las infancias en su bienestar social, pues mientras más niños felices haya, menos adultos violentos se tendrán en el futuro.
En últimos días, sus familiares le han preguntado el motivo por el cual está saliendo en las noticias y porque circulan imágenes de ella en las movilizaciones del 8M, a lo que ella responde que es mujer, y siempre que vea otra mujer luchando, le extenderá la mano.
