Quienes realicen actividades de pepena sin la autorización del Organismo Operador de los Servicios de Limpia (OOSL) serán acreedores a sanciones que irían desde el valor de una a 10 UMAS, es decir, el equivalente a 96.22 pesos y hasta los 962 pesos con 20 centavos, según se establece en el acuerdo del Ayuntamiento de Puebla para regular la actividad de los recicladores de residuos, publicado en el Periódico Oficial del Estado.
El documento precisa que anteriormente la pepena era una actividad prohibida conforme al Código Reglamentario Municipal (Coremun), no obstante, mediante modificaciones al capítulo 19, a partir de este día se puede realizar con la autorización del OOSL, que será responsable de integrar un padrón de personas recicladoras, a través de un formato, que para tal efecto se establezca.
Asimismo, se encargará de organizar y asignar zonas de recolección a los pepenadores, de vigilarlos y capacitarlos para mejorar su actividad y capacidad para captar y reciclar los materiales, a fin de que aumenten el valor agregado de los productos que comercializan.
Además, indica que “el organismo dotará a las personas recicladoras de un chaleco distintivo e identificación de autorización intransferible, lo cual bajo ninguna circunstancia implica relaciones de carácter laboral o contractual entre el organismo y las personas que se dediquen a esta actividad”.
El OOSL aplicará sanciones económicas cuando sorprenda personas realizando labores de pepena sin autorización en la vía pública o espacios públicos, o bien, cuando los recicladores autorizados dañen el mobiliario urbano, trabajen fuera de la zona a la cual están asignados, reciclen con menores de edad o acompañados de más de tres personas, aparten contenedores, destruyan bolsas de basura o reciclen durante las jornadas de limpieza y mantenimiento del organismo.
Es importante precisar que los montos de las sanciones son los mismos que estaban incluidos en el Coremun para aquellas personas que fueran sorprendidas realizando pepena, debido a que era una actividad prohibida.
Incluso, la autoridad podrá retirar el chaleco e identificación al recolector cuando haya acumulado más de tres reportes de malas prácticas en un año o incurra en conductas cómo laborar bajo los influjos del alcohol o drogas, portar armas o trasladar autopartes y otros objetos sin justificar su procedencia, independientemente de las sanciones penales a las que se haga acreedor por las últimas tres conductas.
La nueva normativa establece que los recicladores tendrán entre sus obligaciones portar el chaleco y la credencial para trabajar o de lo contrario serán suspendidos temporalmente, notificar sus horarios de labor, dejar limpio el lugar donde reciclen, evitar destruir las bolsas de basura, cuidar el mobiliario, reportar malas prácticas de sus compañeros y permitir las supervisiones de rutina de la autoridad, con las cuales se buscará evitar la portación de armas, objetos o sustancias prohibidas.
De acuerdo con la titular del OOSL, Myriam Arabian Couttolenc, a la fecha se han identificado mil 600 recolectores de residuos en la capital poblana, de los cuales 400 ya recibieron capacitación y se encuentran trabajando en 15 colonias.