Los perros en situación de calle o callejeros son una problemática que persiste en el municipio de Puebla y sus 17 juntas auxiliares, que pone en peligro a los ciudadanos porque pueden ser víctimas de un ataque cuando circulan en la vía pública. El fenómeno se debe a que las personas no son conscientes de la responsabilidad que asumen al tener un canino, coincidieron trabajadores municipales y veterinarios.
Aunque no existe una cifra oficial del número de animales en dicha situación, de acuerdo con datos de la clínica veterinaria, Ángeles Peludos, en el municipio de Puebla hay entre 350 mil y 500 mil perros en situación de calle. El departamento de Protección Animal del ayuntamiento de Puebla, informó que desde octubre pasado a la fecha se han dado en adopción 200 perros.
Para Susana Vega Ojeda, doctora y catedrática de la Escuela Superior de Medicina Veterinaria y Zootecnia, los dueños de las mascotas deben ser conscientes de la responsabilidad que implica el cuidado de los perros e hizo un llamado para no tratarlos como un objeto.
PERROS ABANDONADOS TIENEN POCA ESPERANZA DE VIDA
Mónica González Vega, subdirectora de Ángeles Peludos Puebla, una clínica veterinaria que ayuda a los caninos sin dueño, informó en entrevista con este medio que son diferentes los términos perros en situación de calle y callejeros.
Ahondó en que los perros en situación de calle son aquellos que en un inicio vivían con una familia, pero fueron votados del hogar y ahora deambulan en las vialidades, mientras que los denominados callejeros son los que nacen y crecen en la vía pública.
Expuso que cuando un perro con dueños es abandonado en la calle la esperanza de vida de la mascota es de dos meses en promedio porque no tiene las condiciones para sobrevivir a los cambios de clima, buscar su comida y convivir con otras especies que pueden ser agresivas.
En contraste, cuando un perro callejero es rescatado y termina siendo parte de un hogar, su esperanza de vida podría llegar hasta los 20 años. Lo anterior se debe a que los dueños satisfacen sus necesidades básicas y les brindan mayores comodidades.
“Los perros no elijen estar en la calle y tampoco son conscientes de esto (…) un perro que nació en una casa y termina en una situación de calle tiene una esperanza de vida de dos meses. Un perro que pudo haber nacido en la calle y termina en casa tiene una esperanza de vida entre 18 y 20 años”, informó.
La subdirectora de la fundación hizo un llamado a la gente para no regalar animales en fechas importantes como Navidad, el Día del Amor y la Amistad, Día de Reyes y el Día del Niño, porque considera que no se puede obligar a alguien para asumir la responsabilidad que implican.
Lamentó que las autoridades no tengan un padrón de mascotas y señaló que es difícil sacar uno propio, aunque de acuerdo con sus datos, son entre 350 mil y 500 mil el número de caninos en situación de calle o callejeros.
Exhortó para que los ciudadanos que busquen esterilizar a sus mascotas por un bajo costo lo hagan mediante la fundación Ángeles Peludos Puebla, que ofrece dicho servicio a un precio asequible.
JUNTAS AUXILIARES PADECEN EL MAYOR PROBLEMA
En las 17 juntas auxiliares de la capital poblana es donde mayor número de caninos en situación de calle o callejeros hay, de acuerdo con datos del departamento de Protección Animal del ayuntamiento de Puebla.
En entrevista con El Sol de Puebla, Estefanía Lazcano, jefa del departamento a favor de los animales, externó que, si bien el problema de los perros existe en las colonias del municipio de Puebla, predomina en Ignacio Romero Vargas, Ignacio Zaragoza, La Libertad, La Resurrección, San Andrés Azumiatla, San Baltazar Campeche, San Baltazar Tetela, San Felipe Hueyotlipan y San Francisco Totimehuacan.
Así como en San Jerónimo Caleras, San Miguel Canoa, San Pablo Xochimehuacan, San Pedro Zacachimalpa, San Sebastián de Aparicio, Santa María Guadalupe Tecola, Santa María Xonacatepec y Santo Tomás Chautla.
La funcionaria municipal descartó que la presencia de las mascotas en las calles de las 17 juntas se trate de una omisión para atender la problemática por parte de los ediles auxiliares y explicó que a veces forman parte de la cultura que se vive.
Ejemplificó que a veces los pobladores de esas demarcaciones les piden a los miembros del departamento que no se lleven a los animales porque forman parte de su cotidianidad y los vecinos les tienen aprecio.
No obstante, señaló que los perros deben ser esterilizados, vacunados y alguien debe hacerse responsable de ellos para que las autoridades sepan a quién acudir en caso de alguna emergencia.
Estefanía puntualizó que desde el departamento del gobierno municipal se fomenta en gran medida la esterilización con el fin de prevenir las infecciones uterinas a los animales. También se dan pláticas de adopción y tenencia responsable.
“Fomentamos mucho la esterilización, todos los días tenemos campañas en diferentes puntos (…) fomentamos la adopción responsable, damos pláticas de tenencia responsable porque unas de las problemáticas más grandes son por el desconocimiento de la tenencia”, expresó.
Informó que, desde el inicio de la administración del presidente municipal del PAN, Eduardo Rivera Pérez, en octubre del año anterior se han dado en adopción alrededor de 200 perros e hizo especial énfasis en que eso fue posible gracias al trabajo conjunto con las organizaciones civiles.
“Nosotros tenemos la fortuna de que trabajamos con diferentes asociaciones civiles y en lo que va de la administración tenemos un aproximado de 200 animalitos que se han dado en adopción. Todas han sido por parte de la dirección, pero también nos ayudan muchas protectoras de animales”, afirmó.
Afirmó que la presencia de los caninos en las calles representa un riesgo latente porque a veces los animales muerden a los niños, niñas y personas de la tercera edad, debido a que no los conocen o provienen de razas agresivas.
Inclusive, dijo que existe la posibilidad de que el animal tire al piso a una persona y le cause un problema de salud.
Aunado a lo anterior se suma que a veces los animales tienen rabia y aunque es muy raro, se la pueden contagiar a un humano, según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).
“Hay agresiones de todo, a niños, adultos, personas de la tercera edad, hemos notado que se da más en las juntas auxiliares por la cantidad de mascotas que hay en vía pública (…)”, comentó.
OSA, UN CASO DE MALTRATRO ANIMAL
Osa es una perra de raza rottweiler muy juguetona que vive en Protección Animal de la zona norte y llegó a las instalaciones del refugio con garrapatas en el área de los ojos y cabeza, además tenía lesiones en la piel, resequedad, escamas y estaba desnutrida por los malos cuidados que le brindaron sus exdueños.
La funcionaria municipal compartió que el caso de la canina ha sido uno de los más impactantes que le ha tocado ver por las condiciones en las que rescataron a la perra.
Platicó que recibieron el reporte ciudadano de que dos perras en una colonia céntrica vivían en malas condiciones y al ir al edificio se dieron cuenta de que estaban muy delgadas a causa de que no les daban de comer y no les limpiaban sus heces, por lo que estas se encontraban casi hechas polvo.
“Recibimos una denuncia ciudadana, acudimos al lugar en una colonia céntrica y en el lugar se encontraban dos perritos de raza rottweiler, les estaban tomando las fotos desde arriba de un edificio y entonces en las fotos se veían ya en un estado deplorable, ya estaban mal físicamente, las heces ya se convertían en polvo”, narró.
Relató que en una primera visita no se encontró al habitante del edificio, así que regresaron al día siguiente para recabar información con los vecinos y fue ahí donde les dijeron que los dueños del departamento rentaban y llevaban alrededor de un año sin ir al hogar.
Ante esto, personal del departamento rescató a las perras y las trasladó a la zona norte para que recibieran atención inmediata.
Meses después una de las perras fue adoptada y Osa, la otra perra, forma parte de un programa que implementa el ayuntamiento de Puebla para rehabilitar a los perritos de maltrato y agresión.
La médico responsable de la zona norte, Jocelin Castro, informó a este medio que al llegar Osa a sus instalaciones era agresiva y tenía garrapatas en los ojos, cabeza, lesiones en la piel y resequedad, por lo que comenzaron a alimentarla mejor y ahora tiene el peso adecuado para un animal de su raza.
Especificó que su actitud también ha cambiado porque al inicio era muy retraída debido al miedo que tenía, pero ahora es muy juguetona.
“El día que llegó tenía muchas garrapatas, de hecho, las tenía en los ojos, la cabeza y por lo mismo de las garrapatas tenía lesiones en la piel, resequedad, escamas y todo eso. Entonces lo que se hizo fue tratar lo de las garrapatas y también se dio tratamiento para evitar algún tipo de infección bacteriano”, asentó.
¿CÓMO DENUNCIAR?
Estefanía Lazcano informó que las denuncias ciudadanas se pueden hacer mediante redes sociales, pero para sancionar de manera adecuada se debe interponer un recurso formal, mismo que puede realizarse en el departamento de la zona norte o Bugambilias.
Posteriormente, personal del departamento hace un expediente, el cual es turnado a un médico veterinario inspector, quien es el encargado de verificar si efectivamente hay una mascota maltratada y conocer las condiciones en las que fue encontrado el animal.
Detalló que en caso de que durante la primera visita se detecte que el perro no está en un gran peligro le pueden dar recomendaciones al dueño, las cuales deberán solventarse en los siguientes cinco días hábiles.
Expuso que, si para la segunda visita se acataron las recomendaciones, el expediente se toma como cerrado. En caso de que no se haga caso al llamado, se da cuenta a un juez calificador para que se dictamine una sentencia adecuada.
La dirección del departamento en zona norte es avenida 62 Poniente 525, colonia Guadalupe Victoria; en Bugambilias es Mirasoles 14.
¿CÓMO DISMINUIR LOS PERROS EN ESTAS CONDICIONES?
Para Susana Vega Ojeda, una de las acciones que disminuiría la presencia de perros en las calles sería que la sociedad se haga consciente de lo que asumen (comprar o adquirir un perro) y no tomarlo a la ligera porque es una responsabilidad que tiene efectos económicos debido al dinero que implica el cuidado de un canino.
Insistió en que deben ser esterilizados, se les deben aplicar sus vacunas y ser tratados con respeto y no como objetos que pueden ser abandonados en cualquier momento.
