En enero de 2021, en la Unidad Habitacional Villa Frontera desapareció Fabiola Narváez Rojas. Hoy, a unos metros de donde fue vista por última vez, su madre María Eugenia Rojas, familiares y colectivos pintaron un mural contra el olvido.
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Se trató de una pintura realizada por el colectivo Voz de los Desaparecidos en Puebla y la organización Técnicas Rudas, con las que se busca visibilizar el fenómeno de la desaparición y no olvidar los rostros de aquellos que siguen sin reencontrar con su familia.
La mañana de este miércoles, a un año dos meses de la desaparición, una pared de un salón social ubicado en la Unidad Habitacional, zona donde residía, sirvió como lienzo para plasmar el rostro de Faby, con un fondo en verde y morado, este último su color favorito.
“Fabiola, te seguimos buscando”, es la frase que resalta en medio del mural, con un trío de mariposas alrededor, flores, un sol brillante y algunas estrellas que se plasmaron.
La silueta de dos niñas en un columpio aparecen en la esquina superior del mural, en referencia a las dos hijas de Fabiola, quienes no han podido ver a su madre desde aquel 13 de enero.
Además de Faby, el rostro de dos mujeres acompañan la pintura. Se trata de Karina Alducín, quien desapareció en agosto de 2016; así como Guadalupe Larios, desaparecida en mayo de 2018 en San Sebastián de Aparicio.
En entrevista para El Sol de Puebla, la madre de Fabiola explicó que cada uno de los elementos le recuerda a su hija y enfatizó que este mural tiene la intención de visibilizar el fenómeno de la desaparición.
Agregó que a más de tres años de su desaparición, no existen avances en la localización de la joven, pues es “como si se la hubiera tragado la tierra”.
Fabiola desapareció junto con su amiga Betzabé Alvarado, quienes dejaron su domicilio en la colonia Villa Frontera y se dirigieron a la zona de la Central de Abastos para sacar una tarjeta de crédito.
Sin embargo, desde ese momento no se tiene rastro de su paradero. El caso retomó visibilidad a nivel nacional en 2022, cuando se reportó la muerte de Esmeralda Gallardo, madre de Betzabé.
La madre buscadora fue asesinada en la misma colonia que se vio por última vez a su hija y posteriormente, un juez de control vinculó a varias personas, quienes inicialmente fueron aseguradas por delitos contra la salud, pero se determinó que ellos habían sido los culpables.