Sólo 15 fines de semana pudieron trabajar los comerciantes del Parque de Analco antes de que el Gobierno del Estado anunciara un nuevo confinamiento por los altos contagios de la Covid-19. Los artesanos están preocupados por su economía y consideran que las autoridades deberían de ser más rigurosas con las personas que no ocupan el cubrebocas y con los vendedores que no acatan las medidas de sanidad.
En entrevista con este medio, Marta Blanco García, una de las fundadoras del tianguis, recordó que el 12 de septiembre las autoridades locales les dieron permiso de volver a instalarse, esto luego de permanecer seis meses inactivos por la pandemia. Sin embargo, en aquella ocasión sólo pudieron trabajar los sábados y con la mitad de los artesanos, es decir, de los 800 que aproximadamente se solían instalar antes de la contingencia, para la nueva normalidad pudieron colocarse 400. En suma, se iban a ir rotando entre ellos para que todos tuvieran la oportunidad de vender.
“En cuestión de economía todo está terrible porque lo que trabajamos estuvo muy bajo en ventas y pues vemos reflejado todo el daño que ha causado la pandemia, son pérdidas del 80 por ciento. Desafortunadamente vimos que las autoridades no tomaron medidas más fuertes para que los ciudadanos entendieran que si no usan cubrebocas pues van a seguir los contagios, deberían ser más estrictos para que sea castigado si no lo ocupan”, comentó.
Explicó que el tiempo que estuvieron trabajando instalaron en las entradas lavabos para que los visitantes pudieran lavarse las manos y los comerciantes tenían como regla usar cubrebocas y ofrecer gel antibacterial a sus clientes. Empero, se registraron casos en donde la clientela se negaba a ocupar estos productos.
De igual modo, considera que el Gobierno del Estado no está equivocado al mencionar que el comercio en la vía pública, puntualmente el de los tianguis y del Centro Histórico contribuyó en el aumento de contagios, pues tienen compañeros que no aplicaron las medidas y jamás los sancionaron.
“Tuvimos muchísimas medidas, de hecho, cuando nos daban su dinero los clientes lo limpiábamos y desinfectábamos el producto, sin embargo, en muchos otros espacios pues no siguieron ni lo de ocupar el cubrebocas (…) no creo que se criminalice a los compañeros ambulantes, pues deben de marcarnos nuestros errores, porque si nosotros trabajamos de manera desordenada pues los contagios no van a bajar”, agregó.
Por esta situación, Blanco García, anunció que sus productos los estarán ofertando en redes sociales y analizan la creación de una página para que todos los artesanos puedan vender sus productos de otra manera ante el cierre de actividades no esenciales.
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