Restos de vasijas prehispánicas y una escultura cilíndrica elaborada en basalto con la representación del Dios Tláloc, así como una laja de calcita del Periodo Clásico Medio Tardío, es decir, que tuvo lugar en el año 880 de esta era, fueron presentadas por autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el Ayuntamiento de San Andrés Cholula y la Secretaría de Cultura Federal, tras encontrarse en la obra que ambos niveles de gobierno realizan en la reconstrucción de la Escalinata de El Pocito de la zona arqueológica de Cholula.
Desde el Patio de los Altares de este sitio prehispánico, Sergio Suárez Cruz, arqueólogo y supervisor de la obra, detalló que la deidad dedicada a Tláloc, se encontró en una zona donde se presume existió un nacimiento de agua.
Incluso refirió que esta escultura empotrada, en su momento coronó un templo, no a la Gran Pirámide de Cholula.
“En Cholula si es común encontrar restos de vasijas, pero lo que si llama la atención la presencia de la imagen del Dios Tláloc, porque fue encontrada en un lugar donde existió agua y justo cerca de El Pocito, que es un nacimiento de agua sagrada”, ventiló.
El especialista, mencionó que este tipo de deidad es común localizarlas en los cerros, pero en esta ocasión quedó al descubierto en un lugar sagrado de la zona arqueológica de Cholula.
Mencionó que la escultura, junto con los restos de vasijas y la laja de calcita, serán exhibidos en el Museo de Sitio, ya que forman parte del acervo cultural y arqueológico de esta región.
Se debe comentar que en la presentación de los hallazgos, estuvieron presentes Arturo Balandrano Campos, director general de Sitios, Monumentos y Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura Federal, el delegado del Centro INAH Puebla, Manuel Villaruel y el presidente municipal de San Andrés Cholula, Edmundo Tlatehui Percino, así como el administrador de la zona arqueológica, Martín Cruz Sánchez, quienes coincidieron en la importancia de preservar este tipo de hallazgos arqueológicos de la antigua Cholula y que en su momento fue uno de los recintos ceremoniales más importantes de Mesoamérica.