De 2010 a 2020, la temperatura media anual en el estado de Puebla aumentó 1.9 grados centígrados. De mantener este comportamiento, se agudizarán las posibilidades de enfrentar una disminución en la disponibilidad y calidad del agua, alertó el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en su último estudio titulado Situación del Agua en México.
Según datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) utilizados por la citada organización, en 2010 la temperatura promedio en la entidad poblana fue de 17.2 grados centígrados, mientras que la media anual en todo el país fue de 21 grados centígrados.
Diez años después, en 2020, la cifra tuvo un incremento de 1.9 grados centígrados, al punto de alcanzar los 19.1 grados de temperatura promedio. Para ponerlo en retrospectiva, una década antes, de 2000 a 2010, la diferencia de temperatura fue de -.2 grados centígrados, es decir, la cifra fue menor en el último año medido.
Estados donde más se elevó la temperatura
En 2020 la Conagua reportó que las entidades más tórridas fueron Morelos, Zacatecas, Durango, San Luis Potosí, Chiapas y Sinaloa. No obstante, según el análisis, en las últimas dos décadas los territorios que incrementaron mayormente su temperatura fueron San Luis Potosí, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Baja California. En todos ellos la medición térmica subió 1.2 y 2.4 grados centígrados.
Aunado a ello, el IMCO detalló en su más reciente estudio que esta condición que viven los estados que, como Puebla, han incrementado sus niveles de calidez, “puede afectar no solo la disponibilidad y cantidad del agua, sino también su calidad”. Todo esto sin mencionar que dicho fenómeno agudiza la incidencia de sequías.
Sequía pone en riesgo acuiferos
A nivel nacional la evolución de la sequedad se agudizó en 2021. Ese año se reportaron cerca de 8 mil 400 eventos de sequía, suscitados principalmente en las regiones norte y centro del país. En caso de mantener esa situación, podrían ponerse en riesgo alrededor del 46 por ciento de los acuíferos más importantes de México.
Aunado a ello, estableció, con base en un artículo elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, (UNESCO, por sus siglas en inglés), que las temperaturas altas reducen la cantidad de oxígeno disuelto en el líquido, por lo que se minimiza la capacidad de un cuerpo hídrico para degradar contaminantes en las aguas dulces.
Esto repercutirá directamente en la producción agrícola y en la salud de las personas y no sólo de aquellas que vivan en las colindancias de los cuerpos hídricos con escasez de agua.
En el caso de Puebla, que alberga la tercera zona metropolitana más poblada del país, por ejemplo, hay que tomar en cuenta que de los casi tres mil hectómetros cúbicos de agua concesionada, poco más del 50 por ciento están destinados para uso agrícola. En ese sentido, tanto las aguas superficiales como subterráneas empleadas para este fin podrían verse afectadas por la polución y la disminución del líquido.
Por si esto fuera poco, la organización señaló que dicha situación repercute igualmente en la intensificación de las precipitaciones, lo cual genera, en algunos casos, mayores daños ocasionados por fenómenos naturales, como es el caso de huracanes y tormentas.
Lluvias disminuyeron en Puebla en 2020
Sin embargo, de acuerdo con una revisión hecha al Sistema Nacional de Información Ambiental y de Recursos Naturales (SNIARN), de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en Puebla las precipitaciones fueron incluso ligeramente menores en 2020, respecto a lo registrado diez años atrás.
En 2010 se reportó una media anual de mil 275 milímetros, mientras que una década después fue de mil 272 milímetros. No obstante, esta última cifra fue considerablemente mayor a la media nacional, que en ese año fue de 779 milímetros anuales. Por el contrario, las entidades con las precipitaciones más bajas fueron Sonora, Coahuila, Aguascalientes, así como Baja California Sur y Baja California.
Finalmente, es importante señalar que, según las mediciones más recientes de la Conagua, en 2022 los termómetros registraron una temperatura media anual de 18.7 grados centígrados en la entidad poblana.