Desde las primeras horas del 31 de octubre, habitantes del municipio de Huaquechula se instalaron en la plaza principal de este lugar, frente al exconvento de San Martín Caballero, donde desde los más chicos hasta los más longevos colocaron sus puestos para intercambiar flores, comida, pan y demás artículos de esta temporada de Día de Muertos.
Se trata de una tradición milenaria, pues a decir de los pobladores ha sido una actividad que ha perdurado de generación en generación, en la que acostumbran cambiar verduras que los habitantes cosechan o productos que elaboran como jarros, sahumerios, pan, calaveras de dulce, entre otras cosas.
El Sol de Puebla acudió a este lugar en el que se observaron poco más de cien puestos que se colocaron desde la noche del 30 de octubre y la madrugada de este día, con lo que la plaza cobró vida durante esta actividad, la que a decir de los colonos se conoce como la “noche en que nadie duerme”.
Con cobijas, gorros y bebidas calientes, los pobladores se acomodaron en el piso y ordenaron sus productos, no hubo que esperar, ya que los vecinos acudieron desde temprano para cambiar elementos para su ofrenda como flor, incienso, pan, calaveras, veladoras, etc.
“¿Hacemos trueque?”, fue lo que más se escuchó durante este evento tradicional, en el que todo podía intercambiarse. En caso de que los habitantes no llevaran algo con que hacer el cambio se podía comprar sin ningún problema.
Cosechan para el trueque
Adelaida y Heriberto, una pareja de este lugar que instaló un pequeño puesto, comentó desde hace más de 20 años han acudido a esta actividad y por ello es que se dedican a cosechar jamaica, guajes y cacahuates para la fecha en que llega el trueque, pues saben que así pueden adquirir algo que les haga falta sin tener que gastar.
Según comentaron sus padres los llevaban a esta práctica cuando aún eran unos niños, por ello es que han procurado seguir con esta e inculcarla a sus hijos para que no se pierda y perdure por más tiempo.
“Traemos jamaica, cacahuate, todo eso lo cultivamos nosotros, lo traemos para cambiar o vender. Ahorita cambiamos por laurel, romero, también queremos flor de cempasúchil. Ahí vamos cambiando nuestras cosas”, dijeron.
Celia, otra de las participantes, también llevó lo que cosechó hace un par de semanas como tomate, camote, cacahuate y papa, aunque normalmente se dedica a vender estos productos en el mercado, este día fue al trueque, pues aseguró que es algo que no se puede perder.
Desde la tarde del pasado 30 de octubre colocó todo en bolsas y en su rebozo para cargar sus verduras y llevarlas esta madrugada, pues dijo que quería obtener flor y otros productos para su ofrenda.
Rubén, quien se dedica a la elaboración de productos de barro, platicó que desde las 3:00 horas acudió para intercambiar jarros, ollas y sahumerios, pues buscaba completar su ofrenda, además de que lo hace por tradición.
“A mí mis papás me enseñaron que debíamos llegar al trueque, venimos a intercambiar porque esa es la tradición. En mi familia hacemos jarritos, jarros, muchas cosas y eso es lo que hoy traemos para intercambiar. Llevamos cañas, tamales, todavía nos falta más”, refirió.