Aunque los actos de violencia contra las mujeres ya eran presentes se intensificaron durante la contingencia sanitaria debido a que se vieron obligadas a convivir con sus agresores, dice la historiadora feminista Elva Rivera Gómez.
Desde que la pandemia del Covid-19 llegó a Puebla obligando a las personas a permanecer en confinamiento, los casos de violencia familiar fueron en aumento ya que sólo de enero a agosto de este la Fiscalía General del Estado (FGE) registró 6 mil 254 carpetas de investigación por este delito, casi 25 denuncias al día.
Igualmente, 3 mil 315 mujeres denunciaron ser víctimas de violencia de pareja; 114 de acoso u hostigamiento sexual; 32 de abuso sexual y 38 de violación, en los primeros ocho meses del año el estado recibió 5 mil 749 llamadas de auxilio al número de emergencias 911.
La activista explicó que el resultado del confinamiento fue la visibilización de los casos de violencia arraigada en la sociedad, que más que presentar un aumento, era una pandemia que estaba antes del coronavirus.
Resumió que las tareas del estado para prevenir la violencia contra las mujeres han sido históricamente delegadas a las organizaciones de la sociedad civil, quienes se han dedicado a responder ante las situaciones de emergencia en que las mujeres se encuentran constantemente.
Además de que el silencio de los encargados de hacer políticas públicas para erradicar la violencia contra las mujeres es parte del doble discurso que las autoridades han ofrecido, de forma que resulta evidente que los derechos de las mujeres no es un tema prioritario.
Rivera Gómez, señaló que las mujeres siempre han sido un grupo de vulnerabilidad, pero las declaraciones y falta de acción de las autoridades reproducen la condición de violencia, dando como resultado que la violencia ha salido del círculo del hogar para mostrarse.
Destacando que, de acuerdo con el Instituto Nacional de las Mujeres, únicamente cinco por ciento de las mujeres víctimas de violencia denuncian sus casos ante las autoridades, es así que la doctora Elva Rivera recalcó la necesidad de que las mujeres tomen conciencia sobre cuáles son los actos de violencia.
En ese sentido, expresó que las mujeres consientes de la situación de violencia en la que se encuentran son capaces de pedir ayuda, pues de otra forma seguirán reproduciendo la cultura machista y educando a sus hijos con violencia.
Señaló que el decreto de Alerta de Violencia de Género en Puebla no ha logrado cumplir con el objetivo debido a que no se han atendido las cuestiones de orden cultural, así que se ha reproducido el contexto social de violencia.
Por lo que la contingencia deberá verse como una oportunidad para reflexionar sobre la posición de las mujeres en la sociedad, respecto al papel que se quiere para ellas y el que ellas mismas tienen el deseo de cumplir.
Recordó que para erradicar la violencia contra las mujeres será necesario promover la cultura de la paz, en cambio de la cultura machista que tiene que ver con la religión, el conservadurismo y los contrastes culturales en el país.
Sin embargo, resaltó que las organizaciones han conseguido una agenda política propia que puede dar cauce a mejores resultados, ya que los partidos traen su propia agenda política y no atienden a las recomendaciones provenientes de las organizaciones internacionales.
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